Aaparecen restos de la muralla medieval en la obra de Fusionadas, en el Pasillo de Santa Isabel. Los fantasmas también aparecen por doquier pero ya no llaman la atención, hay tantos… En cambio, Pilar Serrano resucita de viceconsejera, se la lleva Javier Carnero, que ha subido como un cohete en el partido y que ahora será la conexión de la Junta con Málaga. En el PSOE, a una oleada de cargos orgánicos y públicos le sucede otra y a esta la siguiente pero es raro que a los caídos se les tienda el brazo y se les recupere. Bueno, pues con Carnero y Serrano ha pasado. Pero lo del telediario de La 1 el viernes a mediodía fue sublime, la presentadora tuvo que pedir excusas porque se rotuló a Pablo Iglesias como secretario general del PSOE. El partido se podemiza, ¿pero hasta ese punto? El juego está en si Sánchez rescata los votos que les robó Iglesias o éste acaba vampirizándolo. El PSOE ya tuvo un Pablo Iglesias, ahora tiene otro. Y lo primero que hace es descolgarse del Tratado de Libre Comercio de la Unión Europea con Canadá. Este es solo el aperitivo.
Buena la iniciativa del PP de llevar a pleno de la Diputación la declaración de provincia libre del impuesto de sucesiones, los socialistas, más chulos que un ocho, piden al Gobierno su derogación en todo el país. Me recuerda a los niños en el patio del colegio, tu padre, dice uno, el tuyo más, dice el otro, y así. Este impuesto es injusto, grava el producto del esfuerzo de nuestros progenitores, que ya tributaron por sus rentas. El IS merece la guillotina.
A Taste of Spain
Pero se pueden endulzar un poco las cosas con el moscatel de Jorge Ordóñez, Victoria número 2, único vino malagueño en A Taste of Spain, que se celebra en Vinexpo, la feria internacional de vinos más importante del mundo, que tiene lugar cada dos años en Burdeos. Es el mismo vino que fue el primero español en una cena de los Nobel, y 95 puntos de Robert Parker, casi nada. Por su parte, Victoria Ordóñez hace luz sobre una misteriosa agente con otro caldo, La Pasajera, un verdejo que rememora la huida del puerto de Málaga de una espía rumana durante la Segunda Guerra Mundial. Y nos tomamos algo en La Bohéme hasta que llega Damián Caneda y su hijo. La verdad es que el local de la calle Vélez Málaga tiene condiciones, quizá demasiadas, ese es el desafío, darle contenidos, pero Damián es alto y cuenta con Adolfo Jaime. Y llegan también Juan Cassá e Íñigo y a unos metros vuelve el Café de París, que José Carlos reabre.
También va en serio la escritora granadina Carmen Morales, que ha presentado en el Centro Andaluz de las Letras su interesante libro Terroristas modernos mientras que el Rufián tilda de «miserable» a Zoido. Quién debe subir al Paraíso es Ángel Ros, el alcalde socialista de Lérida, que vota en contra de ceder espacios para el referéndum. Claro, que Ada Colau no se queda atrás y le da a dedo 336.000 euros a la ONG en la que trabajaba -de ONG nada, OSG-, sin concurso previo ni nada, que eso es burgués. También financia un proyecto del ex líder de la CUP, David Fernández, pero si han venido a por la pasta, ¿qué te creías, amigo?, y a vivir, que son dos días.Lo que hace la Logse
Y hay que darle también en el culito a Íñigo Méndez de Vigo porque los alumnos que acaben la ESO con dos suspensos y una nota inferior a cinco podrán graduarse y pasar al siguiente ciclo, ya ni la derecha sabe cómo bajar más el listón, así se forja la sociedad del mañana, con buen rollito. Y Jajejijojú presenta al Gran Carlini en el Cervantes, la primera marioneta que hace magia. Lo que no hace ni pizca de gracia es que el acusado de matar al hijo de su pareja dejándolo ahogarse en una balsa de los Montes de Málaga dice que le dio susto, yo sí que le daba un susto. Mientras, un adolescente cae por el Tajo de Ronda en pleno botellón. Lo que hace la LOGSE. Bueno, mientras los niños se van de botellón, el proceso para beatificar al doctor Gálvez Ginachero pasa a Roma. También tenemos santos. Bernardo López escribía con acierto:
Oigo patria, tu aflicción,
y escucho el triste concierto
que forman, tocando a muerto,
la campana y el cañón. .
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