Tocan a su fin las cinco semanas de campamento urbano que la Asociación Arrabal-AID ha impulsado este verano con menores del programa Caixa Proinfancia, que logran así una manera de divertirse y continuar su proceso de aprendizaje. Para ello, un equipo de docentes, logopedas, psicólogas y personas voluntarias nos convertirnos en verdaderos guías de 160 menores a los que se ofrece días de diversión y entretenimiento en el CEIP José Moreno Villa.

Todo esto sin olvidar que el campamento es la continuidad no formal que promueve la educación integral, la socialización positiva del niño o niña y su plena inclusión. Con esta colonia urbana completamos la oferta socioeducativa con un aprendizaje planificado que de forma creativa, organizada y adaptada a cada grupo de edad buscamos potenciar la autonomía, educación en valores y sentido crítico a través del conocimiento de la realidad cultural, social, del descubrimiento de su entorno (parques, mercados€) y opciones de ocio sano.

Es por eso que toda el programa comienza a gestarse meses antes con la suma de ideas, por más disparatadas que sean, teniendo en cuenta las propuestas de los menores en años anteriores. Después llegan semanas intensas para pulir esas ideas, planificar objetivos, temporalización y metodología hasta dar forma a lo que queremos a través de un hilo conductor que nos lleva con toda la ilusión del mundo a «crear el campamento».

Este año y para celebrar los 25 años de la Asociación Arrabal, nuestros niños y niñas participaron en la elección de actividades que más le han gustado a lo largo de todos los campamentos, reinando las actividades de ocio cultural (visita a museos, monumentos, cine, música€), juego y deporte (gynkanas, juegos cooperativos y acuáticos), de creatividad artística (cocina, manualidades, bailes) y dinámicas grupales (cohesión, cooperación, confianza...). Tras todo lo anterior llega lo más emocionante: El primer día. Llegan expectantes por conocer que les espera y como todos los años, saber si podrán disfrutar de nuestra actividad estrella, que no es otro que el «Parque Acuático». Como es lógico, no es un camino de rosas y en estas semanas, surgen conflictos y discrepancias. Para ello están presentes dos psicólogas que actúan como apoyo a la salud relacional y emocional del grupo, siendo de utilidad para el desarrollo integral del campamento. Estos profesionales no sólo continúan el trabajo realizado durante el curso con los niños y niñas que asisten a terapia sino que apoyan al resto para fomentar la cooperación, la creatividad, la expresión emocional y corporal, centrándose especialmente este año en las fortalezas y recursos que tienen, su resiliencia.