Carta abierta a Vueling

Somos una pareja de discapacitados de 60 años, mi esposa va con bastón por una prótesis de rodilla y yo cardiaco con marcapasos, y, a pesar de nuestros escasos medios, nos gusta viajar, viaje maravilloso a Florencia... hasta que nos topamos con Vueling y su penoso personal en el aeropuerto. ¿Los eligen con ese perfil o se transforman cuando los mojan?

No pedimos atención especial para no molestar, llegamos siempre una hora antes de lo solicitado, pasamos por seguridad y con mucho tiempo esperamos. Siempre tomamos los asientos en la cola del avión por nuestras dolencias y esperamos que embarquen todos para no estar de pie esperando embarcar, total Vueling se ahorra el servicio de manga y nos lleva en buses, muy vintage. Como ganado.

Un joven prepotente nos pone localizadores a las maletas y nos dice que van a bodega porque no hay lugar, mi esposa le dice, «hombre claro, pasaron personas con tres bultos y yo con bastón deberé buscar la maleta en las cintas?» Yo le digo que si el avión es para 144 pasajeros y van 144 maletas por qué no hay lugar para mi maleta, y que en ella llevo mis medicinas… si él se haría cargo de que el equipaje aparezca (dos veces en otros vuelo ya perdí maletas). Me contesta chillando que él no se hace cargo de nada. Debo abrir la maleta allí para sacar mis medicamentos. Bochornoso. La supervisora, o alguien disfrazada de la empresa y ya mayor… no se movió para nada, estaba en otra película. Tomé mi equipaje y salí a pista, allí otra señorita insiste en que ha de ir a bodega. Le contesto y la señorita da media vuelta y me deja hablando solo, la persigo diciéndole que es una maleducada y sale de nuevo el mal encarado del primer momento diciendo que el maleducado soy yo. Las maletas de ambos son menores de las medidas autorizadas, para más inri, precisamente para no tener que facturar.

¿Hacen aviones para 144 pasajeros, pero para menos maletas?¿qué culpa tengo yo? Configuran el avión para meternos como sardinas. Mido 1,85 metros y no quepo en los ridículos lugares. Además, debo ser mal tratado por personal que no está preparado para el mínimo desvío de su protocolo barriobajero y prepotente. ¿La consigna es ‘pague calladito y aguante’?

Dada mi edad y poder adquisitivo no creo poder volver a Florencia, tendré la suerte de no volver a toparme con esa gente mal preparada y peor educada de Vueling Florencia.

Andrés Aguirre ChaoMálaga