El portavoz socialista, Daniel Pérez, ha pedido un debate sobre el estado de la ciudad. Y De la Torre ha hecho algo muy suyo: decir que sí para después hacer lo que le dé la gana. Tras días de presión, será el 18 de junio, San Ciriaco y Santa Paula, centésimo sexagésimo noveno día del año en el calendario gregoriano y el 170 en los años bisiestos. Un 18 de junio, en la Batalla de Waterloo, las tropas napoleónicas son derrotadas, por lo que Napoleón Bonaparte tiene que renunciar al trono por segunda vez. Pérez busca hacer un Sánchez. O sea, tratar de que le suene la flauta y que haya una censura general al alcalde por parte de todos los grupos. No es una moción de censura, pero se le parece, quiere Daniel Pérez. Tiene su espíritu. Ya lo intentaron el otro día al tratar de que el munícipe por antonomasia fuera o fuese reprobado por la chapuza y despilfarro, descontrol y gestión nefasta de las obras de la plaza de la Merced. Cualquier día se cargan el obelisco dedicado a Torrijos y dicen que ha sido un descuido de nada. No tiene muy buena suerte este equipo de gobierno con las plazas. Ahí está el mojón de Camas.

Pérez podría tener en esa sesión de su lado, y frente al alcalde, a toda la izquierda. Y a Juan Cassá, que no es de izquierdas pero tiende a tener el cuerpo cachondo políticamente cuando se planean travesuras. Y más si son contra De la Torre. En cualquier caso, si el debate se celebra, será como siempre, una sucesión de monólogos insulsos por parte de cada portavoz y alguna promesa del alcalde (para epatar y copar titulares) que nunca se llevará a cabo.

Aún recuerda uno alguna: como aquella empresa mixta con Unicaja, empresa de no se qué que, nunca se constituyó, y que ni tenía bien atado, hablado, apalabrado con la entidad. No hay un debate sobre el estado de la ciudad (sucia, pero de moda y con oferta de relumbrón y mucha calidad de vida) desde el año 2014. Un cronista tendente al topicazo diría que ha llovido mucho desde entonces, pero más bien ha habido sequía. Salvo esta primavera, que ha traído precipitaciones a cascoporro. Que han generado pastos y ahora están secos. No arroje colillas. Sequía no de aconteceres. Sí de ideas, como la de celebrar este debate. La sesión, además de insufrible, podría no obstante hacer que se visualizaran, como dicen los cursis, los proyectos de ciudad y las sintonías o desacordes de cada uno y entre grupos. No hay una gran expectación. No se va a paralizar la ciudad, no lo piden las masas, pero como dicen en misa, es justo y necesario. Es su deber y ya veremos si su salvación. Que por debates no quede. A ver si hallamos el estado de la ciudad e incluso nos encontramos a nosotros mismos.