El unilateralismo catalán es ya un cuerpo muerto, pero sigue ahí, en parte, porque ha dejado detrás unos presos y unos huidos como anclajes que impiden un cambio. Lo mejor para todos sería que no hubiera llegado a haber presos. El problema está en que en un Estado de derecho los tribunales son independientes para hacerlo cumplir, y España, por vueltas que se den, lo es y de bastante calidad. De hecho han sido los tribunales los que asumieron la defensa a fondo del Estado y de la Ley ante el empujón del separatismo (intento no usar ´golpe´). Por tanto para que no estén más tiempo dentro lo mejor sería que los presos se esforzaran en marcar alguna distancia con el pasado, dando pie a que la Fiscalía tenga modo de no oponerse a su libertad provisional, y que los jueces vean razones para ponerlos en la calle hasta que el juicio llegue. Temo que otro planteamiento es un brindis al sol.