Sánchez devalúa nuestros coches

Que la subida impositiva al gasóleo es medida puramente recaudatoria sin ambición medioambiental alguna resulta tan palmario que huelga decirlo; pero es mucho menos evidente, aunque indiscutible, que tan inesperada y brusca subida devalúa de un golpe todos los coches diésel del parque, ya que el valor venal disminuye, en comparación con los de gasolina, proporcionalmente al aumento del impuesto, y tanto más cuanto más nuevo sea el vehículo. Así que Pedro Sánchez va a perpetrar, sobre cada propietario de un diésel, una pérdida patrimonial equivalente a dicha devaluación; y esa pérdida, que en total puede rondar los diez mil millones, al recaer sólo sobre dos tercios de la población supone un agravio comparativo escandaloso. Es extremadamente injusto y desigual tomar una medida de consecuencias tan lesivas sin hacerlo gradualmente e informando con la suficiente antelación para que quien compra un coche pueda tomar la decisión. Y tan fulminante y directo va a ser el impacto, que en estricta justicia la Administración, en virtud de su responsabilidad patrimonial, debería indemnizar a los afectados; aunque, por supuesto, los tribunales jamás darían la razón a los consumidores.

Pablo Alejandre Calviño. Málaga