Septiembre trae nuevamente la Semana Europea de la Movilidad Sostenible.Un año más las personas trabajadoras tenemos poco que celebrar y mucho que reivindicar. El lema elegido para este año es "combina y muévete", en referencia a la intermodalidad como fórmula que permite sacar el máximo partido a distintas formas de transporte mediante su uso combinado. Este lema puede chocar especialmente en Málaga, dada la falta de coordinación y los enfrentamientos entre administraciones. La capital malagueña carece de un plan de movilidad que coordine todos los medios de transporte, independientemente de la administración gestora.

El modelo vigente de movilidad, dependiente del automóvil privado y combustibles fósiles, sigue siendo una realidad inamovible a pesar de sus inconvenientes: la ocupación del espacio, generación de retenciones, problemas de acceso y aparcamiento en horarios y zonas destacadas; el tiempo de desplazamiento, excesivamente prolongado para llegar a algunos lugares que dificulta la conciliación de vida personal, familiar y laboral de las personas trabajadoras; la contaminación del aire, que genera anualmente unas 30.000 muertes prematuras en España; los accidentes de tráfico, muchos de los cuales son debidos a las aglomeraciones en horarios laborales; la carencia de permiso de conducir y/o vehículo propio que supone un factor de exclusión laboral para muchas personas, afectando especialmente a quienes tienen menos recursos económicos o que sufren algún tipo de discapacidad que mediatiza sus opciones de movilidad; etc.

Estos problemas se disparan en los "puntos negros de movilidad", que siguen presentando graves problemas de desplazamiento a pesar de algunos avances.

Hablamos una vez más del Parque Tecnológico, la historia de nunca acabar cuyas soluciones están perfiladas desde hace una década: tenemos estudios, pero poca voluntad política y que aporte recursos para sacar adelante las medidas necesarias.

En el Aeropuerto, otro motor de la economía malagueña, muchas personas trabajadoras tienen problemas para acceder a su puesto de trabajo por motivos de movilidad, en términos económicos, tiempo y seguridad. La carencia de accesos peatonales, de carril bici, los problemas de aparcamiento... se agravan para las personas con trabajo nocturno, dado que ni el tren ni el autobús cubren suficientemente este horario, o en los casos de trabajo a turnos u horario irregular, que aumentan considerablemente sus desplazamientos diarios.

Los servicios de salud, especialmente los hospitales, también son centros de trabajo que presentan dificultades de acceso. Más allá de la polémica sobre la llegada de Metro Málaga al Hospital Materno Infantil, hay que poner sobre la mesa las deficientes comunicaciones en transporte público de hospitales como el de Ronda o el del Valle del Guadalhorce, con la impasibilidad del SAS ante los requerimientos de CCOO para el impulso de planes de movilidad.

Podríamos abordar más casos. La movilidad es un grave problema, y los esfuerzos actuales resultan insuficientes. Es de lamentar el escaso número de empresas que invierten en facilitar la movilidad de sus plantillas, así como la inacción de las administraciones, y no solo con la falta de inversiones en infraestructuras de transporte: la Junta de Andalucía guarda en un cajón la Ley de Movilidad Sostenible, cuyo borrador conocimos en 2014.

En los debates sociales, los problemas de movilidad pasan a un segundo plano. Así, vemos que la discusión sobre la ampliación de la red ferroviaria en las costas malagueñas se enfoca casi exclusivamente como un problema de desarrollo económico, vinculado al turismo, olvidando a las decenas de miles de personas que se desplazan diariamente para trabajar en esa misma franja costera.

Aportar soluciones para mejorar la movilidad, tiene múltiples aspectos positivos: ahorraríamos costes sanitarios y de bajas laborales por accidentes, reduciríamos la contaminación ambiental, facilitamos la conciliación laboral y familiar, mejor acceso a los empleos,... ventajas económicas y mejora de la salud y la calidad de vida de la ciudadanía malagueña y de su entorno.

Por ello, ahora que se inicia el periodo electoral, los distintos partidos han de comprometerse en situar el problema de movilidad que padece nuestra ciudad y su entorno, en el primer lugar de la agenda política, evitando convertir el bienestar ciudadano en un arma "arrojadiza" entre administraciones y aportando soluciones pactadas y consensuadas para la mejora de la calidad de vida de la ciudadanía malagueña y su entorno.

* Juan Antonio Perles Gálvezes secretario de Acción Sindical y Medio Ambiente. CCOO Unión Provincial de Málaga