Detrás está la gente. Lo tarareo bajito, casi susurrando la canción de Serrat, Como si fuese una nana. Para no despertarla. Detrás de los héroes y de los titanes, detrás de los himnos y de las banderas, de las cifras y los rascacielos está la gente, con sus pequeños temas, sus pequeños problemas, sus pequeños sueldos y sus pequeños errores que, a veces, se vuelven trágicos. La bebé de 21 meses fallecida en Madrid ojalá se quedase dormida en su sillita del coche de su padre. Ojalá le llegara la inconsciencia en el sopor de ese ambiente progresivamente viciado del interior del vehículo cerrado al sol, estacionado junto a su guardería.

Nana

Si, como todo apunta, no estamos en absoluto ante un nuevo caso de violencia de género, qué importará ahora el trabajo acumulado que le hizo a ese padre saltarse un paso de la rutina diaria, tras dejar a sus otros hijos en la escuela. El paso de depositar a la pequeña en la guardería, dejando allí mismo el coche aparcado para seguir a pie hasta el metro y ya en éste hasta la oficina. Pero sonó el teléfono con un problema laboral antes de sacarla del vehículo y su cabeza -lo creo más que probable- avanzó en la rutina y ya no dio marcha atrás. Quizá hablando con el teléfono en una mano, el pulgar de la otra pulsó casi automático el botoncito del mando de cerrar puertas del automóvil mientras decía «ya voy para allá», ya yendo.

Penitencia el perdón

Las estadísticas dicen que pasa más de lo que estamos dispuestos a aceptar, aunque no siempre con tan terrible desenlace. La rutina matinal bajo la presión añadida de un trabajo que no se puede perder, aunque sea casi peor que vivir parado y deprede hasta la médula el tiempo de ser padres de los hijos. Puede que pasase una mala noche, con su posterior dolor de cabeza, el aturdimiento y el despiste letal. Me da una pena infinita pensar que ese hombre jamás pueda perdonarse y superar lo ocurrido. Y pienso en esa madre que, quizá, aparcó junto al coche del padre, donde aún estaba su hija, cuando fue a recogerla a la guardería. Esa madre que, seis horas después de que la niña hubiera sido olvidada en el coche, ya demasiado tarde para salvarla, llamó al padre cuando le dijeron en la guardería que a la niña no la había llevado ese día. Qué pasó por la cabeza del padre cuando escuchó a su mujer por teléfono, al recordar el paso olvidado. Cómo superar el dolor luego la rabia luego el odio luego la impotencia y al fin cómo perdonar y lograr la aceptación para seguir siendo persona y madre de los hijos que les quedan.

Las cosas de Paco

No consigo quitarme lo que le ha sucedido a esa chiquilla de la cabeza, pero sigo. Escribo esto desde Málaga. Y aquí ha tenido mucho recorrido esta semana la respuesta del alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, respecto al ruido que preocupa tanto a los vecinos. El primer edil vino a decir que si todos habláramos más bajito, algo que se puede educar, el ruido sería menor. Por eso titular esta página así, Hablando bajito, daba mucho juego (aunque para empezar las palabras estén escritas casi a susurros y a modo de nana). Se podría haber llenado la página sólo enumerando otras respuestas del alcalde, como aquella de 2013 sobre cómo podíamos ahorrar en la factura del agua. Al ser puesta en tela de juicio su aportación hídrica por la oposición municipal, De la Torre saltó a las televisiones nacionales con su pretendido órdago ante notario de ser capaz de ducharse gastando sólo 11 litros de agua, que luego subió a 15. Las chanzas y los memes crecieron como champiñones imaginando al alcalde en semejante trance de todas las maneras posibles, e imposibles.

Málaga franquiciada

Pero el ruido no es Cultura. Y no sólo afecta al descanso y calidad de vida de los residentes, también al modelo turístico por el que Málaga ha optado con fuerza. Anteayer se habló de ello en un foro de El Confidencial que clausuró, precisamente, el alcalde, acompañado por el presidente de la Diputación. Elías Bendodo también lleva esta semana su dosis de chanza por romper su promesa de limitación de mandatos a dos legislaturas -que en las municipales de mayo él ya habrá consumado-, justificándose en la presunta aclamación de alcaldes de la provincia para que intente serlo de nuevo. En el foro se dijeron cosas interesantes por el empresario hotelero Abel Matutes, la presidenta de la Organización Profesional de Congresos, Matilde Almandoz; el director de la Fundación Thyssen; Evelio Acevedo; la creadora de Starlite, Sandra García Sanjuán; Luis Callejón, presidente de Aehcos; o José María de Luna, responsable de la Fundación Casa Natal Picasso, Pompidou y Museo Ruso en Málaga, entre otros. Y en las claves que Málaga debe transitar para consolidar su apuesta está que los vecinos que no trabajen para la oferta turística no se sientan perjudicados por ésta. Quizá habría que cuidar a los malagueños como si fueran turistas y a los turistas hacerles sentir que están en Málaga, no en cualquier parte franquiciada del mundo... Porque hoy es sábado.