La tejerina no sabe freír tejeringos. Lo suyo son los churros, pringosos y mazacotes, tal cual venden en las ferias. Ni elegancia tiene para insultar a los niños andaluces, ni a los ciudadanos, ni a Andalucía. Su mirada, cuando dijo que los niños escolares andaluces estaban dos años de retraso con respecto a los de Castilla-León, era matadora, muy dura, como si quisiera clavarla en el corazón marchito de su correligionario de partido y a la sazón candidato a la presidencia de la Junta, Moreno Bonilla. Con estas mimbres, Bonilla, no te comes un rosco, por muchos puticlub que saques. Y, claro, ya salen a relucir los numerosos insultos al pueblo andaluz surgidas de mentes tan preclaras como la Ana Mato, que sigue paseando sus penas en Jaguar, cuando nos llamó analfabetos. O las palabras de esa curiosa Esperanza Aguirre que va paseando su abandono por donde levanta soledad con aquello de «pitas, pitas, pitas».

Moreno Bonilla, ya me dirás si no te están haciendo una campañita (la cama) porque eso de querer virar al centro se paga y, además, con la misma madera de la que tú estás hecho. Y como se trata de allanarte el camino a San Telmo (residencia se la Junta), ahí tenemos a un señor de Murcia, de nombre Teodoro García, hombre de confianza de tu jefe natural Casado, proclamando a los cuatro vientos que el Gobierno andaluz gasta más dinero en prostitución que en educación. ¡Vaya tela marinera! Este Teodoro, de reconocida capacidad para hablar de Petrarca, por ejemplo, es quien llega a los madriles (no a París) para ganarse la libertad y el amor de Ninette (la de Miguel Mihura), pero ni por esas. Cerril como pocos.

Moreno Bonilla, como tú mandas mucho en tu partido, bien harías parar a tus lenguaraces amigos porque de seguir así no te vas a comer una rosca. La mejor de las encuestas te dice que pierdes hasta 9 diputados. Una ruina para ti y para tú partido. Pero no te preocupes, viene Casado a «derechizarte» el camino. Tan es así (el problema es que mandas demasiado) que te han colado a Zoido (el del 1 de octubre de Cataluña) y a Nieto en las listas electorales, más a otros conspicuos representantes de la derecha más casposa que tiene tu partido en esta tierra. ¡Ay si dejaran hablar a Javier Arenas!

Moreno Bonilla, cuando «La Tejerina» (así la llaman en su partido) descansaba dándole caña los andaluces, andábamos unos cuantos irredentos (palabra de Javier Aroca) dando la matraca con el Pacto de Antequera cuyo cuarenta aniversario celebramos en este año. Mira por donde, cualificados y prestigiosos historiados, firmantes del Pacto Preautonómico (4 de diciembre de 1978), periodistas que vivimos a pie de obra los pasos que dio el pueblo andaluz para ganarse en las urnas el derecho a su autogobierno y recordábamos al primer presidente andaluz, Placido Fernández Viagas, hubo una palabra que resumió tantas horas de análisis y debate: dignidad. La dignidad del pueblo andaluz, sin violentar la Constitución, para hacerse merecedor en las urnas de ser un pueblo, siempre con la cabeza alta y haciendo honor a una tierra rebelde, tan machacada por caciques y maleantes del franquismo.

Moreno Bonilla, en estas Jornadas, celebradas en el Ayuntamiento de Antequera, con alcalde del PP (Manolo Barón de «10») y organizadas por el Consejo Social de la Universidad de Málaga, se significó la importancia del Pacto de Antequera que, con la manifestación del 4 de diciembre de 1977, abrieron los caminos para hacer realidad el sueño de Blas Infante. Una Andalucía libre, sin cadenas, capaz de mirar a los ojos al resto de España (comunidades históricas) en igualdad de condiciones. La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, en la clausura de las Jornadas, me sopló al oído dos palabras: respeto y dignidad. Y en eso estamos. En la lucha para que tanto (a) mastuerzo (a) o tuercebotas (dixit José María García) no nos hagan más la puñeta. Aunque como yo le dije a la presidenta, dejan que ladre, estamos en el camino de Machado, de Miguel Hernández (me lo apropio, también como andaluz), de Lorca y de Alberti.

Moreno Bonilla, como verás, hay mucha tela por cortar, pero que, por favor, que no nos la corten tus amiguetes del alma, por mucho twitter que escribas.

Desde el salón de plenos del Ayuntamiento de Antequera, en el mismo lugar que once partidos, de ellos 8 extraparlamentarios sellaron y firmaron el futuro de Andalucía, con su gestor en el recuerdo y en presente, Plácido Fernández Viagas, como coincidieron en afirmar dos andaluces de toma y daca (estrategos óptimos), José Rodríguez de la Borbolla y Alfonso Guerra. Con el permiso de «La Tejerina», claro.