Pedro Sánchez ha publicado un libro. Por qué. Algunos de los que critican que se escriba este libro son incapaces de leer ninguno. El presidente practica una política de comunicación cercana al culto a la personalidad, con fotos que imitan lo kenediano o las innovadoras (entonces) técnicas de Obama. No nos parecen mal estas acciones. Es mejor que hacerse un vídeo montado a caballo. Dicen las buenas lenguas que el libro se lo ha escrito Irene Lozano, ensayista, exdirigente de UPyD y ahora secretaria de estado de la España Global. Yo de mayor quiero un cargo así. Lozano es inteligente articulista y con este Manual de Resistencia se ha granjeado resistir en la política obteniendo ya mismo, con total seguridad, un puesto en las listas electorales del PSOE para escañarse en las generales.

Aquí hay un yacimiento laboral, señores. Me ofrezco para redactarle las memorias (o las resistencias o anhelos) a un concejal. Hay que publicar libros de alcaldes, de presidentes de mancomunidades, de directores de área de diputaciones, de subdelegados, secretarios de estado, viceconsejeros y hasta jefes de gabinete. Que fluya la prosa. La prosa política confesional, que nos cuenta el cambio de colchones, el colegueo con el Rey, los paseítos con la esposa o las putadas de los conmilitones. Que diga cosas absurdas como que, cuando se le cuestionaba el no es no: «los periódicos de papel eran unánimes, en la televisión encontré más pluralidad». Con todo: prefiero un presidente que escriba (publique) libros a otro que sólo publique decretos, si bien Sánchez tiene la intención de gobernar dos semanas a base de eso, de decretos. Podría gobernar a base de literatura, pero le harían críticas prosaicas. El libro inaugura la campaña. Es su primer mitin, o sea, una larga confesión. Sánchez se abona a la moda de la escritura autobiográfica. Y eso es un no parar. Se publica el primer tomo y ya no puede uno dejar de pensar que las íntimas confesiones interesan a todo el mundo.

La presentación del volumen promete ser nutrida. Nunca tantos no lectores juntos. La editorial (Península) gana. Algunas editoriales siempre ganan. Yo me alegro. Gracias a estos éxitos puede publicar a autores más minoritarios. Lo que sí es seguro es qué hará Sánchez frente a las críticas adversas al libro: las resistirá.