Sobre las personas con discapacidad

Recuerdo el caso de la Corte de Apelaciones que ha revertido el fallo que obligaba a una mujer con discapacidad a abortar, afortunadamente resuelto para bien. Este caso nos coloca frente a una mentalidad profundamente anti-humanista, que se atreve a infringir los derechos fundamentales de una mujer por ser discapacitada, y también el derecho más desprotegido de todos, el del hijo por nacer.

Es el Estado quien decide que hay vidas que valen más que otras, y entre las que menos valen están las de las personas con discapacidad.

Es la misma sociedad que, a menudo, agita el emotivismo para sensibilizarnos con la causa de las personas con discapacidad, la que ahora no reconocía a esta mujer el derecho fundamental a decidir seguir adelante con la vida de su hijo. Hay mucho que reconstruir en una conciencia social deshilachada que ya no reconoce el valor y el significado elemental de cualquier vida humana.

Jesús Domingo MartínezMálaga