Soy profe y ayer mismo recibí un correo de un alumno, Juan. Vive con su hermano y su madre. Su madre trabajaba en negro, y para ellos no hay ERTE que valga. Se le habían acabado todas las prórrogas del subsidio, y la asistenta social le comentó que, salvo que se implantara el ingreso mínimo vital era complicado que pudiera cobrar algo de manera continuada. Hoy escucho, como se anuncia que se va a implantar este ingreso mínimo vital para el mes de junio. Ahora tocará darle forma, nos obligará a ser exhaustivos en los destinatarios, se discutirá si será permanente, si implica obligaciones o compromisos, lo que sea, pero no se puede abandonar a la gente.

En su día, hicimos un alarde de solidaridad con la banca a la que rescatamos con unos 60.000 millones de euros. Se estima que el coste de esta renta mínima será de unos 3.000 millones al año (tenemos para 20 años), y si a ellos nos los dejamos caer no podemos hacerlo con nuestros compatriotas (porque esto sí es patriotismo).

Así que Juan, me alegro de que tu madre pueda optar a cobrar esta ayuda, y tú puedas seguir estudiando sin la preocupación de si en tu casa se comerá mañana.