Cuna de grandes gambeteadores argentinos, el popular barrio bonaerense del Parque de los Patricios y al son de los acordes melancólicos de Guillermo D.Barbieri en cada tango que resonaba del Maestro Gardel, nacería Guillermo Antonio Stábile el 17 de enero de 1905, fruto del amor entre un emigrante italiano y una mujer criolla.

El «Filtrador», como así era llamado aquel jovenzuelo escurrido y endeblucho por su capacidad innata de driblar a cuanto contrario se cruzaba en su camino, daba sus primeras patadas al balón en el Sportivo Metán, donde sus tremendas dotes de malabarista con la pelota le hicieron dar rápidamente el salto a la Cuarta de Huracán.

Bajo la disciplina del club quemero permanecería durante más de diez años, disputando un total de128 partidos y habiendo anotado 100 goles hasta que decidió dar el salto a Europa. Stábile era muy veloz, hábil y descarado como pocos. Sus tantos ayudaron a que Huracán saliera campeón en 1925 y también en 1928.Un año más tarde, cumpliría el sueño de vestir por primera vez la albiceleste en el Sudamericano de Chile.

Pero donde realmente quedaría impregnado su nombre con letras de oro y para la eternidad, sería en el primer Mundial de la historia, el de Uruguay 1930. Era el suplente de Nolo Ferreira, pero una crisis nerviosa de Cherro hizo que Nolo lo reemplazara como extremo izquierdo y Stábile ingresara en el medio del ataque. Se hartó de hacer goles en casa del vecino: 3 a México, 2 a Chile, 2 a Estados Unidos y 1 a Uruguay, en la final, formando parte de aquella legendaria delantera compuesta por Peucelle, Varallo, Stábile, Ferreira y Mario Evaristo. Tras el gol del uruguayo Dorado, Peucelle y el Filtrador habían puesto en ventaja a Argentina. Pero en el segundo tiempo y jugando al límite del reglamento, los charrúas hicieron tres goles y vencieron 4 a 2. Uruguay saldría como campeón, pero Stábile saldría elegido como el mejor jugador del torneo y máximo goleador al anotar la friolera de 8 tantos en 4 partidos, convertido desde entonces en una verdadera leyenda para su país.

Las noticias de sus dotes de notable goleador habían traspasado fronteras y llegaron rápidamente al viejo continente. El Génova de Italia lo puso en su punto de mira y por una suma millonaria de dinero y ofreciéndole un contrato imposible de rechazar para la época, lo incorporó a sus filas.El 25 de Octubre de 1930, vistió por última vez la camiseta de Huracán."Sea La Nación que me ha alentado siempre con sus juicios, la que me despida de todos los aficionados de la Argentina. Que en mi cordial abrazo a todos, entiendan que me voy asegurando mi porvenir"(La Nación). Fueron sus últimas palabras antes de partirrumbo hacia la tierra prometida.

No había tiempo que perder, por lo que tras ese partido se casó y levantó velas en el Conte Rosso iniciando la larga travesía transatlántica junto a su esposa que le llevaría al puerto de Génova después de 15 días de navegación. Allí, una multitud presa de la excitación, le aguardaba como a un verdadero salvador.

Su debut en el Calcio se produjo el 16 de noviembre de 1930 ante el líder de la competición, el Bolognia. En una de esas tardes de gloria al alcance de muy pocos, el Filtrador haría delirar a los genoveses con tres goles que le dieron la victoria a su equipo, y que aún hoy en día son recordados como una de las grandes gestas del Club.

En 1935 ficharía por el Nápoli donde jugó un total de 21 partidos, para posteriormente partir rumbo a la Ciudad del Amor eterno y enrolarse enlas filas del Estrella Roja de París, donde jugaría hasta 1939 llegando incluso a entrenar por algún tiempo al equipo.

En total vivió 9 años en Europa. Y de no haber sido por el estallido de la Segunda Guerra mundial, quizás hubiese vivido toda la vida aquí. Regresaría a su Argentina natal donde daría continuidad a su carrera como entrenador en las filas del equipo que le vería nacer futbolísticamente, el C.A. Huracán.

Su carisma le convirtió en un verdadero genio de los banquillos, aupándole a la selección nacional a la que llevaría a conquistar la friolera de siete Copas de América -1941, 1945, 1946, 1947, 1955, 1957 y 1959-. Se trata del entrenador con más partidos dirigidos en la historia del torneo y de la propia selección -20 años ininterrumpidos, entre 1940 y 1960, con un total de 127 partidos-, siendo a su vez el de mejor palmarés. Luego dejó de dirigir a la selección para ser el director técnico de Racing, donde consiguió ser tricampeón, ganando la liga en 1949, 1950 y 1951. Era un verdadero adelantado a su tiempo.

Guillermo Stábile murió de un ataque cardíaco en Bajo Flores, Buenos Aires, inexplicablemente olvidado, el 26 de diciembre de 1966 a los 61 años de edad, pero nadie ha de obviar que antes que Messi, que Maradona y que el propio Alfredo Di Stéfano, existió una gran gloria argentina al que apodaron "El Filtrador".