Opinión | La libreta del Duque de Chantada

Unicaja: «Tu casa a juicio»

Deon Thompson, en el partido ante el Valencia Basket.

Deon Thompson, en el partido ante el Valencia Basket.

La diseñadora Hilary Farr y el agente inmobiliario David Visentin son los protagonistas de uno de los más populares programas de reformas que ahora inundan las TV temáticas de nuestro país. La diseñadora reforma la casa donde viven los participantes en el concurso y el agente inmobiliario les busca una casa nueva a la que mudarse. El punto álgido del programa es cuando al final del mismo les preguntan: ¿Love it or List it? (¿Vas a amarla o vas a venderla?). Una decisión vital para su futuro en los próximos meses o años. Unicaja está en ese momento. Debe decidir si quiere amar su proyecto o cambiarlo, y debe decidirlo rápido.

En las últimas 10 temporadas en la ACB, tres semifinales y un montón de frustraciones, incluidas 3 clasificaciones fuera de los 8 primeros. Un montón de desilusiones sólo aliviadas por el título de la Eurocup de 2017 y el subcampeonato copero de la pasada temporada. Un camino que resume muy bien la Wikipedia: «El club terminó sus mejores años hasta la fecha clasificándose para la Final Four de la Euroliga de 2007». Han pasado casi 14 años. Hemos pasado de ganar en el Carpena a los Memphis Grizzlies de Pau Gasol y Juan Carlos Navarro a perder contra el Nanterre 92 de Alpha Kaba.

Taylor Smith, Dylan Osetkowski, Asem Marei, Mike Tobey, Kyle Alexander, Nick Kay, Mathias Lessort y Alpha Kaba no son la lista del próximo All-Star de la NBA, ni los mejores pívots de la Euroliga, pero sí son los protagonistas de las últimas derrotas verdes, algunas sonrojantes. Hasta un escolta como Guillem Jou, desde su 1,95m, se ha permitido cogerle 14 rebotes al Unicaja, incluidos 7 en ataque. No he querido nombrar a Walter Tabares o Ante Tomic porque pueden ser jugadores fuera de la órbita malagueña, pero cualquiera de los anteriores podría haber sido fichado perfectamente en verano, alguno incluso hace menos de un mes, pero ninguno ha llegado. Ni ellos, ni nadie parecido que pudiera poner un poco de orden en el rebote y la defensa de la canasta cajista. Un agujero que en Paris se convirtió en un océano.

Yannick Nzosa y Rubén Guerrero hacen lo que pueden pero no son suficientes. Son dos jugadores todavía en formación que no están para liderar la pintura verde. Deon Thompson nunca ha sido Shaquille O´Neal, muy al contrario, y el resto se esfuerzan pero a pesar de tener buenos partidos, no son una solución ni a largo, ni a corto plazo. La buena dinámica de los exteriores permitió tener un inicio de temporada plácido en cuanto a resultados, aunque no en cuanto a la regularidad del juego. Desde la pretemporada se alerta de la falta de una pieza interior. Hace un año en la Copa de Málaga se presentaba ante los focos este Unicaja con una base española. El equipo acariciaba el título de la competición. Los elogios eran unánimes pero todos incidían en lo mismo: «La base está hecha. El equipo es muy bueno pero le falta un pívot de los de toda la vida». Un heredero de Kenny Miller, Ricky Brown, Tony Massenburg o Boni Ndong que ponga en orden a los rivales.

Se ha hablado mucho de Greg Monroe en las últimas horas. El norteamericano sería un jugador ideal si viene comprometido. A pesar de no ser un especialista en defensa, sería letal en ataque y abriría la cancha para los tiradores malagueños, y mejoraría mucho la defensa del aro verde además de ser un gran profesor para Nzosa y Guerrero que recibirían una master class en cada entrenamiento de un jugador que ha jugado más de 650 partidos en la NBA con medias superiores a los 10 puntos y 8 rebotes por partido con una participación de más de 25 minutos por noche.

La directiva del club debe decidir si hace caso a su parte deportiva y «ama» a su equipo con un refuerzo que les permita remontar el vuelo en lo que queda de temporada o decide «venderlo», abandonándolo a su suerte estos meses y asumir el riesgo de que esta casa se convierta en una ruina. El equipo no ha ganado en 2021, encadena una racha de 1 victoria en 13 partidos y 7 derrotas consecutivas en el Carpena. ¿Es sostenible? Suerte y poneros la mascarilla.