Opinión | La libreta del Duque de Chantada

Malcolm Thomas: El padre de Mikeala

El 8 de marzo de 2011 Malcolm Thomas vivía su «Senior Night» como jugador universitario. Ese día compareció en la cancha rodeado de su madre, su hermana y con su hija de sólo 16 meses en brazos. Mikeala llevaba el traje rojo y negro de las animadoras de los Aztecas de San Diego. Fue toda una declaración de intenciones. En una época donde los jóvenes jugadores escondían a sus hijos pequeños o renegaban de ellos, Malcolm quiso situar a su hija en el centro de su vida, en el centro del mundo. Thomas es hijo de un jugador de su mismo nombre. Una estrella universitaria que fue elegida por los Clippers en el Draft de 1985 pero que nunca llegó a jugar en la NBA. Un padre lejano que nunca se había ocupado de él. Su relación era nula, de hecho en su ficha de la Universidad no aparece el nombre de su padre y figura sólo como. «Hijo de Lori Dawson». «No quiero ser ese papá que nunca está cerca. Cuando supe que iba a tener un hijo, le dije a la madre de Mikeala: «No voy a ser como él», le decía a Mark Zeigler en una entrevista. Su entrenador universitario, el mítico Steve Fisher, siempre alabó su carácter. «Estoy orgulloso de él por eso. Ha aceptado la responsabilidad de ser padre. Es el tipo de joven que nunca va a decir que es culpa de otra persona. Cuando no ha hecho algo, dice: Es mi culpa».

Malcolm Thomas compartía habitación con Kawhi Leonard en la Universidad y la pequeña Mikeala era una habitual del lugar. Un sitio donde tenía muchos «tíos» dispuestos a pasar tiempo con ella con una excepción, cuando había que cambiarle el pañal, ese momento era exclusivo de su padre. El día que nació su hija, el entrenador le dio el día libre y después de asistir al nacimiento, se tatuó en su brazo derecho una rosa con «Mikeala» escrito debajo. Esa temporada cuando lanzaba tiros libres decía el nombre de su hija. Su porcentaje subió desde el 52,7% hasta el 66,9%.

Su carrera está marcada por los múltiples cambios. Tres universidades en cuatro años. 40 partidos en la NBA con cinco equipos en cinco años, aunque estuvo en dos equipos más en los que no llegó a debutar. 18 equipos en 10 años de profesional en nueve países y tres continentes distintos. Nunca ha completado dos temporadas en un mismo equipo. Este dato contrasta con el cariño que sus entrenadores siempre le han profesado. Si su llegada a Málaga es una petición expresa del coach Fotis Katsikaris, su llegada a Maccabi fue aún más espectacular. David Blatt lo pidió y la directiva no lo quería fichar. Después de una victoria en París ante Levallois, Blatt dio un recital en la rueda de prensa: «Hemos cogido dos rebotes en ataque en 40 minutos. Tengo 50 años y yo habría cogido más. Malcolm Thomas es muy bueno en el rebote de ataque y nos dará lo que no tenemos». Manifestó los defectos del equipo y puso nombre a la solución. Al día siguiente Malcolm estaba en un avión rumbo a Israel en lo que sería su primera experiencia europea.

La primera experiencia profesional de Thomas fue en el Ulsan Mobis Phoebus de la liga coreana. Firmó por 350.000 dólares y en noviembre fue despedido a pesar de estar promediando 21 puntos, 11 rebotes, 3 tapones y 3 asistencias. El club quería un jugador más veterano para desarrollar a sus jugadores jóvenes. Le despidieron pero le pagaron el contrato integro. Un mes después ficharía por los Lakers, que le volverían a cortar. El 11 de enero firmó por los San Antonio Spurs de su amigo Kawhi Leonard con los que debutaría en la NBA ante Portland Trail Blazers.

El destino le trae a Málaga, el lugar donde debutó en la Euroliga. «Recuerdo que cuando estaba con el Maccabi, mi primer viaje a la Euroliga fue a Málaga, ¡Y me enamoré de ese lugar! Pensé que era muy hermoso», recordaba en una entrevista en diciembre de 2017 en la web de la Euroliga. Esperemos que su llegada sea positiva para el equipo, Malcolm se quede más temporadas y pueda volver a la Euroliga con el equipo de Los Guindos. Suerte y poneos la mascarilla.