Opinión | Marcaje en corto

La igualdad en el deporte, aún con obstáculos

Un año sin aficionados en las gradas de La Rosaleda. Parece que fue ayer. O todo lo contrario. Qué 12 meses más largos. La de mayores y no tan mayores que nos han dejado, la de dramas no escritos que han terminado en lágrimas. De nuevo 8M, sí. Pero esta vez sin pancartas en plazas y avenidas.

Recuerdo nítido aquel regreso a la redacción, hace 365 días, después del choque del Málaga CF frente al Real Zaragoza. A pocos metros de la plaza de la Constitución, el sonido de la megafonía despertó nuestra curiosidad. Éramos conscientes, porque así se había retransmitido, de que el coronavirus ya acechaba cerca.

Apenas nos asomamos al céntrico foro de la capital para certificar que no quedaban manifestantes. La tarde gélida tras el ocaso invitaba, tanto o más que la incertidumbre que entrañaba esa posible pandemia, a dar por finalizada la siempre multitudinaria concentración.

Hoy las lecturas reivindicativas, los detalles en color violeta, se divulgarán de manera telemática. Es lo que toca. No obstante, lo que no debiera tocar a estas alturas del siglo XXI, son algunos indicativos sobre la tremenda desigualdad que aún mantiene nuestra sociedad en ámbitos tan mediáticos como el deportivo.

En las últimas horas, por ejemplo, con datos oficiales sobre la mesa, los divulgados por el propio Consejo Superior de Deportes que supervisa las licencias, se volvía a poner el acento en la enorme brecha existente en el conjunto de todas las federaciones deportivas. Así, como destacaba en un comunicado público Ciudadanos, formación que anuncia una proposición para una nueva ley de igualdad, las mujeres representan apenas el 23% de la totalidad de las fichas federadas en nuestro país.

Si algo más de 3 millones de hombres practican deporte en España con una licencia federativa, las féminas apenas superan la cifra de 900.000. Pero no menos significativo es que de un total de 66 federaciones deportivas españolas, como también denuncia Cs, apenas tres están dirigidas por mujeres. La propuesta de este partido político persigue «la erradicación de la discriminación» que sufren las mujeres y la equiparación de sus derechos a los de los hombres en el deporte.

Ya en otras ocasiones hemos traído a esta última página cuestiones a regular, si es que de verdad queremos fortalecer determinados valores como principal patrimonio para generaciones futuras. En el ámbito deportivo lo mismo se echa en falta un mejor control sobre la publicidad de las casas de apuestas, que lucen la mayoría de equipos en la elite del fútbol, por ejemplo, como planes que contribuyan a reducir la brecha salarial entre los conjuntos masculinos y femeninos.

No hay que cruzar más de una frontera internacional para encontrar entidades que son potencias del balompié europeo y que han logrado equiparar esos sueldos, con independencia de que el primer equipo esté formado por hombres o por mujeres. La propuesta de Cs precisamente se fija en las apuestas para intentar recortar diferencias. Así propone que las políticas públicas en materia de deporte empiecen por incluir cada semana en La Quiniela un partido de la Liga Iberdrola, la máxima competición del fútbol femenino en España.

Asimismo, la mencionada iniciativa plantea destinar un 10% de la recaudación de las apuestas deportivas que reciben las diputaciones a fomentar la práctica deportiva entre las mujeres, o que la celebración de la campaña 2021-22 de la propia Liga Iberdrola se declare «acontecimiento de excepcional interés».

Un asunto no menos polémico nos lleva a la letra pequeña de los contratos. ¿Saben que todavía existen cláusulas que penalizan a las mujeres deportistas por razón de embarazo? Incluso puede perder su condición de deportista de «alto nivel» la atleta que afronta el periodo de gestación. Sí, ocurre en pleno 2021.