Las personas mayores desafían la brecha digital

La soledad tiene una dimensión social y emocional importante para las personas mayores. La viudedad es el motivo más común entre las personas por encima de los 80 años, pero hay más motivos, si tenemos en cuenta su situación socio económica.

Según estudios recientes del Ayuntamiento de Málaga, 17 de cada 100 habitantes tiene 65 o más años. Con la reciente experiencia de una pandemia mundial, ha quedado demostrado que las personas mayores han sido las más afectadas y para algunas de ellas ya nada será igual que antes. Un hecho que se constata en su manera de aceptar la nueva realidad.

La situación de vulnerabilidad se agrava si nos centramos en los barrios de transformación social en los que trabajamos. Ante esta situación, brindar un apoyo social que les permita adquirir nuevos valores y comportamientos para tener una mejor calidad de vida y una participación social con sus iguales, es nuestro objetivo.

Frente a esta circunstancia aplicamos el modelo de intervención conocido como Envejecimiento Activo que permite a las personas mayores optimizar su bienestar físico, social y mental participando en la sociedad de acuerdo a sus necesidades, deseos y posibilidades. El término ‘activo’ implica la participación continua de las personas mayores en aspectos sociales, culturales, cívicos, participación e integración social, envejecimiento saludable, funcionamiento físico y mental, calidad de vida, etc.

Y lo hacemos a través del manejo y conocimiento de las TIC . El trabajo en estos barrios se hace imprescindible para mejorar esa calidad de vida de esas personas mayores para las que somos su única red de apoyo, tan fundamental en esta etapa de la vida.

Gracias a esta acción formativa, las personas mayores pueden conocer las muchas posibilidades que ofrecen las TIC, tanto en el ámbito de la gestión como en el del ocio y tiempo libre, para potenciar y favorecer el envejecimiento activo. Las TIC pueden ayudar, entre cosas, en el empoderamiento y la autogestión de la salud.

«Nadie es viejo porque nació hace mucho tiempo o joven porque nació hace poco. Somos viejos o jóvenes en función de cómo entendemos el mundo, de la disponibilidad con la que nos dedicamos curiosos al saber, cuya conquista jamás cansa y cuyo descubrimiento jamás nos deja pasivos e insatisfechos».

Paulo Freire, pedagogo brasileño (1921-1997).

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