En corto

El hallazgo de Haruki

Pedro de Silva

Pedro de Silva

Podría errar, pero estas dos frases enlazadas de Murakami, en una entrevista en Oviedo, son tan portentosas que no parecen ideadas de antemano: «Mi cabeza está llena de fallos, y yo escribo con esa cabeza. Si un ordenador tuviera tantos fallos como tengo en mi cabeza se podría romper». Aparte de suponer un formidable alegato frente a quienes se entregan de antemano a la Inteligencia Artificial, podría confirmar la sospecha de que el inicio de la historia del universo (la Creación, para quién así lo quiera) es un fallo del ser o de la nada, un traspiés, un impensable, un chisporroteo, una improvisación, que a cada tanto se repite y hace saltar la secuencia. Aún habría, así, esperanza frente a cualquier fatal destino escrito en partitura, una vez descartada nuestra capacidad racional para corregirlo. Haruki regentaba con su esposa un bar de jazz en Tokio, antes de meterse a escritor.

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