La libreta del duque de Chantada

Discutiendo a Heráclito

El Unicaja ha cerrado un año 2023 de ensueño y, aunque es muy difícil que 2024 sea mejor, sí esperamos que el equipo no pierda su esencia

Los jugadores del Unicaja, a la conclusión del partido ante el Barça.

Los jugadores del Unicaja, a la conclusión del partido ante el Barça. / Álex Zea

Mel Otero

Mel Otero

El llamado «Oscuro de Éfeso» es uno de los más grandes filósofos griegos de la época presocrática. Nacido en Éfeso, en el seno de una familia aristocrática de la costa occidental de la actual Turquía, Heráclito abandonó su pudiente vida para convertirse en un ermitaño.

Como ocurre con todos los filósofos anteriores a Platón no quedan más que pequeños fragmentos de sus obras y la principal fuente de conocimiento que tenemos de su vida nos llega a través del historiador Diógenes Laercio. Es decir, conocemos su obra por alguien que vivió tres siglos después con todas las cautelas que eso supone. Su frase más conocida es ahora discutida por este Unicaja de Ibon Navarro: «Lo único que permanece estable, es el cambio».

La capacidad de los seres humanos para crear hábitos es increíble. La repetición nos hace sentir más seguros y los cambios, en la mayoría de los casos, nos suelen producir preocupación. Es parte de nuestra naturaleza.

Hasta los cambios positivos en nuestra vida nos producen inquietud porque van contra esa virtud de nuestro cerebro de buscar la seguridad. Vamos, todo lo contrario que ocurre en el mundo del deporte, donde parece que si cada año no cambiamos a nuestros equipos de arriba abajo no estamos haciendo nada. La frase de Heráclito que si va «contra» la forma de vida humana parece encajar más en la filosofía deportiva pero no con este equipo de Los Guindos.

Otra de las frases que se atribuyen al filosofo para alentar este cambio desde la unidad de los opuestos es «ningún hombre se sumerge dos veces en el mismo río».

Continuidad

La continuidad verde esta temporada despertaba dudas, aunque solo es una continuidad de nombres porque el juego del equipo malagueño sigue evolucionando y perfeccionando su funcionamiento, pero se ha convertido en un éxito rotundo con unos números de victorias nunca visto en la costa del sol. Un éxito que, aunque no encontramos en la gran máxima del filósofo presocrático, si podemos encontrar en otras partes de su obra.

«En la circunferencia, el principio y el fin coinciden» dice Heráclito. Todos trabajando para un mismo objetivo, en la misma dirección, sin buscar protagonismo, ayudando a que la línea siga girando en busca de su final, pero siempre volviendo al principio.

«La armonía invisible es mayor que la armonía visible». La unidad real, del día a día, no la que se busca para las fotos o la apariencia de mostrarse unidos hacia afuera y despellejarse en cuanto se apagan los focos. Una sintonía perfecta de trabajo y una gran simbiosis entre toda la plantilla y su cuerpo técnico.

«El sol es nuevo todos los días». No se puede vivir del pasado. Todos los días hay que volver a empezar como si fuera el primero, con las mismas ganas, el mismo trabajo y la misma ambición.

El Unicaja ha cerrado un año 2023 de ensueño, y aunque creo que todos somos conscientes que es muy difícil que 2024 sea mejor, sí esperamos que el equipo más allá de las victorias o de las derrotas no pierda su esencia, su espíritu… y que siga haciendo felices a los miles de seguidores del equipo que cada partido llenan las gradas del Palacio Martín Carpena. Carpe diem.

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