Desde mi butaca

Nuestro ángel carnavalero

Hay una cosa que en los últimos años se esta imponiendo en Málaga y es la falta de la crítica carnavalera

Murga infantil 'Comando antiterrorista' en el COAC Málaga 2024.

Murga infantil 'Comando antiterrorista' en el COAC Málaga 2024.

Pepa López

Pepa López

Desde que pasaron los Reyes ya venimos activando nuestro modo carnavalero. Hay años que son raros, y éste es uno de ellos. No sé si será porque es enero, ese mes que nuestra fiesta toma prestado, o será porque hay una sensación de vacío o de no haber llegado a todo lo deseado con este nuevo formato del nuevo patronato. Los inicios de este curso carnavalero fueron amargos con las noticias que acontecieron, pero llega febrero (enero) y aquí está de nuevo el Carnaval, resurgiendo… Bueno, más bien manteniéndose en pie, a pesar de todos los volapiés que recibe de un lado y de otro. Al final sí que vamos a ser el patito feo del calendario festivo malagueño.

Pero a lo que vamos. El domingo comenzó el espectáculo. Ahí estaba de nuevo ese telón de la ESAD arriba para que la copla carnavalera nos hiciera disfrutar. Y es que el primer día de teatro, a los que nos apasiona tanto esto, nos provoca ese manojo de nervios e ilusión como el de un niño que abre su regalo de Reyes. Siempre es bien recibida la primera noche de Preliminares: los estrenos, el ajetreo de los pasillos, volver a ver a esos amigos que ves sólo durante febrero con los que arreglas el mundo carnavalero en lo que dura un pitillo a las puertas del teatro... Son curiosos esos corrillos; en muchos de ellos, ya se está dando el primer premio aún sin haber empezado el concurso. Pero el COAC va a lo suyo, vosotros seguir a lo vuestro, que él va a lo suyo: a sorprender y darle la vuelta a todos esos prejuicios que traes de casa.

Y luego esta Momo, y están los derrotistas o los que acarician el lomo. Porque hay una cosa que en los últimos años se esta imponiendo en Málaga, y es la falta de la crítica carnavalera. Es como un miedo a dar tu opinión o a comentar a una agrupación que se ha ido haciendo grande y es algo que está haciendo bastante daño en el análisis carnavalero malagueño. A ver, que no se trata de derrotear tipo los tuiteros gaditanos, pero ni un extremo ni el otro. Hay que ser consecuentes con lo que se escucha, y lo que no gusta no gusta y lo que para ti está mal escrito o mal cantado, pues se dice. Pues no, sonrisa de medio lado y «qué bonito pasodoble».

Y como iba diciendo, ahí está el Carnaval resistiendo. Y si las luces se tornan tenues, nosotros con nuestra purpurina y papelillo las volvemos fluorescentes. Y si el horizonte pinta negro, nosotros le ponemos dos coloretes. Quizás estamos en esos años de transición para conseguir esa libertad tan deseada. Porque parece que no se afloja la cuerda, «me cachi en la mar».

Y mientras tanto Maxi pregonará la fiesta, los estribillos de las murgas hacen estragos en forma de carcajadas, las lágrimas brotan con los pasodobles de las comparsas, y los cuartetos… Ay, los cuartetos. Y llega la cantera para poner patas arriba todas esas ideas derrotistas de nuestra fiesta. Y es que si te pasas un día por el teatro, te darás cuenta, malagueño, del ingenio y del ángel carnavalero que existe en nuestra ciudad. Sólo siéntate a escuchar y a disfrutar.