Defender los Derechos Digitales para el Futuro de la Democracia

Existen demasiadas percepciones negativas sobre la juventud y sus actitudes políticas. Esta es la principal conclusión del reciente estudio ‘Juventud Vulnerable y Democracia’ de la Fundación FEPS de Bruselas que ha sido llevado a cabo en diferentes países de la Unión Europea, incluido un informe dedicado a España que he tenido el placer de liderar. Existen dos mitos sobre las personas jóvenes en España. El primer mito es que los y las jóvenes son cada vez menos demócratas. Esta afirmación ha arraigado fuertemente en el discurso público, pero no es cierta: la juventud pide más democracia real que resuelva sus problemas de manera eficiente.

El segundo mito es que la juventud está perdiendo el interés por la política. Los datos de una reciente encuesta del Consejo de Juventud de España (CJE) demuestran que, en realidad, la ciudadanía joven ha desarrollado, en los últimos años, más interés por la política comparando con otros/as jóvenes del pasado. Lo que sí señalan muchas de ellas en España es que perciben que el lenguaje político y los canales de participación deben actualizarse en el contexto de la era digital. Muchos perciben los canales actuales como obsoletos y poco amigables. También suelen criticar la permanente sensación de tensión y polarización que vive la política en los espacios digitales, algo que les frena a la hora de participar activamente en política y trabajar para el bien común.

En este sentido, proteger los derechos digitales de las personas más jóvenes – tanto de la juventud como de la infancia – es una de las principales tareas que deben llevarse a cabo para generar un espacio de oportunidades y para apoyar, desde temprana edad, una cultura de participación cívica y democrática que apoye la visión de la infancia y la juventud como agentes de cambio. Deben ser la juventud y la infancia los que lideren, en conjunto con los actores sociales y bajo la coordinación del nuevo Ministerio de Juventud e Infancia, esta modernización de la participación democrática basada en los derechos digitales que poseen.

Por ello, partiendo de instituciones existentes como el Observatorio de las Brechas Digitales de la Plataforma Red Conecta, Ciudadanía Comprometida, existe la necesidad de crear una acción conjunta entre instituciones y organizaciones sociales para apoyar las conclusiones de la Convención sobre los Derechos del Niño de Naciones Unidas de 2021 y, en especial, la Observación 25 relativa a los derechos de los niños en relación con el entorno digital. Desde el Proyecto Solidario para la Infancia, la ONG INCIDE y el Instituto de Formación en Derechos Jorge Arévalo estamos promoviendo la creación de una nueva serie de alianzas para llevar a cabo, a nivel nacional e internacional, líneas de trabajo sobre la protección de los derechos digitales de la juventud y la infancia y la formación de agentes de cambio. De este modo, tratamos de construir un referente internacional en la defensa del activismo democrático, en favor de los derechos humanos y la implementación de objetivos clave de las Naciones Unidas.