Opinión | Viento fresco

Caraja horaria

El cambio de hora nos deja más horas de sol por la tarde-

El cambio de hora nos deja más horas de sol por la tarde- / L. O.

En las primeras jornadas tras el cambio de hora anda uno desconcertado, perplejo y meditabundo. Pero sin descartar, claro, que esas sean características normales del carácter de uno todo el año. Y cabizbajo.

La ración extra de sol se cuela por la ventana a partir de las siete o las ocho. El día no cede, la noche se retrasa y aún tan tarde podríamos tomar café o salir a pasear con gafas de sol. «No es para tanto y hay que adaptarse», me dice una voz interior. Yo es que no tengo muy dominada mi voz interior. Hay gente a la que su voz interior le da la receta para la paella mixta o lo incita a saltar por un balcón, pero a mí solo me habla cuando tengo que pasar la ITV del coche o cambian la hora: dos veces al año. Hace daño.

Escribir sobre el cambio de hora es socorrido siempre que lo hagas a tiempo. No vale de nada lo que piensas a las dos si a las dos hay que poner las tres. Y si escribes algo a las tres y hay que poner las dos, entonces tu pensamiento prescribe, se anula, no vale. Es un pensamiento como de ir para atrás.

El caso es que el tiempo siempre nos alcanza, que es un verso, o un verso parafraseado de alguien que quedaría muy bien consignar aquí.

Hay gente que se apropia de ideas o frases y no cita. Ni a las dos ni a las tres. El verso es de Cernuda.

Cuando el tiempo nos alcanza es también el título de uno de los libros de memorias de Alfonso Guerra, que además de jacobino nos salió cernudiano.

El Guerra se ha colado en un artículo sobre el tiempo, igual que Bisbal podría haberse colado en uno sobre la sequía o Lewandoski en otro sobre la remolacha. Llega el horario de verano pero hay quien siempre vive en el estío, el optimismo, la luz, la alegría, la chancla y el chiriguito. Benditos. A veces el chiringuito es como la procesión: va por dentro. El chiringuito como actitud vital, queremos decir. Que queda aquí invocado justo cuando ha pasado la Semana Santa y el tiempo mejora. Y nos persigue.