Opinión | La libreta del duque de Chantada

La importancia de ser líder

El Unicaja venció al Manresa el fin de semana, colocándose líder de la Liga Endesa.

El Unicaja venció al Manresa el fin de semana, colocándose líder de la Liga Endesa. / Joaquim Alberch (ACBMedia)

Las buenas noticias empiezan a saturar las páginas de información sobre el Unicaja. La temporada está siendo brutal, más allá de la decepción de la Copa. Es imposible ganar siempre y estar a tope toda la temporada, al menos con una plantilla de 13 jugadores como la que tienen Ibon Navarro y su staff. El año pasado se falló en la BCL, este año en la Copa, lo normal. El gran reto ahora mismo es la Final Four de la BCL de Belgrado. Es el titulo que «se puede ganar» esta temporada y que pondría un broche fantástico a una temporada que supondría cerrar dos años consecutivos ganando un título. Un éxito que igualaría el logrado con la Copa de 2005 y la Liga ACB de 2006.

El liderato ha traído una alegría desbordante y un nuevo reto por delante. Un reto muy complicado, pero que tiene una recompensa extraordinaria. El calendario de los verdes es mucho más complicado que el del Real Madrid, pero más allá del factor cancha, que para Unicaja ya se ha demostrado que en las grandes citas no es determinante, esta el camino hacia la final y el evitar a Real Madrid y Barcelona en las semifinales.

Vamos con el baloncesto ficción. Siendo líder, el camino a la final de la ACB hoy sería: Manresa y Murcia o Tenerife. El del Real Madrid, segundo, sería Valencia y Barcelona o Gran Canaria. La diferencia es muy sustancial. Esta es la ficción, aunque la realidad ahora mismo, creo que es maximizar la BCL, sobre todo, y dejar que la ACB vaya fluyendo hacia la confirmación de ese impresionante segundo puesto en la clasificación de cara a los play off.

El siguiente rival de los verdes en el camino liguero es un sorprendente Zaragoza. Los maños se han ido reinventando durante la temporada bajo la batuta de Porfi Fisac y a pesar de la dolorosa baja de Okafor se mantendrán un año más en la ACB. Con los maños llega Dejan Kravic, el primer fichaje malagueño en aquel enero de 2022 de reestructuración del equipo para darle armas a Fotis Katsikaris en un intento de reflotar una ruinosa temporada. Qué poco tiempo hace y que lejos parece viendo al equipo semana tras semana.

Kravic tuvo días buenos y días malos. Nunca estuvo al nivel que había exhibido en Bolonia, Santiago o Burgos, pero solucionó problemas. Un jugador muchas veces por debajo del radar como el mismo reconocía en sus días de gloria en la Universidad de Texas Tech con Tubby Smith: «He sido subestimado toda mi vida. Soy un desconocido. Me han llamado el secreto mejor guardado del baloncesto canadiense y eso esta bien para mi» comentaba en su regreso en verano a London, Canadá, para pasar el verano con sus padres.

Dejan viene de hacer su mejor partido del año ante el Obradoiro con 30 de valoración y querrá lucirse en el Carpena. Un partido que sin distracciones debería ser claro para los malagueños pero que puede complicarse si equipo y afición se dejan llevar por todo lo que hay en este momento en el ambiente. Carpe Diem.