Opinión | Notas de domingo

Horror en pijama

Todo preparado en el recinto ferial para que este domingo a la medianoche arranque la Feria de Abril de Sevilla.

Todo preparado en el recinto ferial para que este domingo a la medianoche arranque la Feria de Abril de Sevilla. / EFE

Lunes. Estoy intentando escribir un ensayo sobre la falta de atención. Pero no me concentro.

Martes. En el patio del Museo Carmen Thyssen, cerveza en mano los tres, Agustín Rivera, Paco Reyero y yo conversamos con José Antonio Marina, que a sus 85 años está en plena forma. Acaba de presentar en conversación con Reyero su nuevo libro. Se titula Historia universal de las soluciones y lleva como subtítulo En busca del talento político. No abunda en esta época. En otras sí. Marina cree que la política actual es más gestionar el poder, y mantenerlo, que buscar soluciones. Su charla está llena de titulares y aforismos: «Hay que dejar el pesimismo para tiempos mejores». «El talento es la inteligencia entrenada». «La inteligencia es sobre todo memoria». Le hablo a Marina de su primer libro, el que le lanzó a la fama y del que habla con mucho cariño: Elogio y refutación del ingenio. Mi padre compró un ejemplar, colección Anagrama de ensayo. Me incitó a leerlo y desde entonces profeso una devoción a Marina por ese aire de sabio tranquilo, de profesor amigo que tanto indaga en lo que nos pasa. No tiene dudas de que «la vacuna contra la estupidez llegará». Reyero nos convida luego a cenar a Rivera y a mí en La Cosmopolita. Hablamos de su programa en Radio Andalucía Información, Canal Sur, El flexo, de conocidos y de gentes de la tribu periodística. Rivera sufre un poco porque está jugando en este momento el Madrid. «Este nos saca en su dietario de los domingos», dice uno de los dos, no sé cuál, estoy concentrado en el sabor de las alcachofas. Tengo que escribir un artículo, una columna, sobre las alcachofas. Yo es que no sé qué hacen los poetas que no hablan de las alcachofas. Hay un alcachofismo cutre de lata en el que yo no milito. Un sumiller me dijo una vez que es el alimento más difícil de maridar con un vino. Lo intento. Con un Rioja.

Miércoles. Librería Luces. Vicente Almenara, columnista de este periódico, amigo hace décadas, presenta acompañado de Carlos Pérez Ariza y de Andrés García Baena (alma de la editorial Algorfa), la novela La sombra del comisario, que traza la aventurera vida del ex comisario José Villarejo -en la novela, Alejo-: sus trabajos para BBVA, Repsol y otras empresas del IBEX; los encuentros con Corinna, la amante del Rey Emérito, etc. Es ficción pero Almenara (cuya tesis doctoral versó sobre los servicios secretos) maneja abundante información real de todo esto, que vierte en el libro. Una vez le pregunté si conocía a muchos espías, agentes secretos, gente del CNI. Me dijo: a varios. Y a uno de ellos lo conoces tú. Glub.

Jueves. Me despierto sudando tras una horrible pesadilla: estoy en la Feria de Sevilla paseando en pijama y me cuelo en todas las casetas. Creo que Kafka debería haber empezado así 'La metamorfosis' y no con un señor convertido en escarabajo. Bocarriba.

Viernes. Han instalado un bolardo cerca de mi portal. Gómez de la Serna tal vez diría que el bolardo es el pene del suelo. Bolardo voy, bolardo vengo. El bolardismo estuvo de moda un tiempo. Amainó la cosa pero se ve que vuelve. Tal vez le sirva a alguien para tropezar o para atar al perro o quizás un niño se suba en él y juegue a ser estatua. El bolardo es un estorbo cargado de futuro. Abollará mi coche, como diría Manuel Alcántara, «el día menos pensado; ese en el que pienso siempre».