Opinión | La libreta del duque de Chantada

Tocar madera

El Unicaja selló en Manresa su pase a semifinales.

El Unicaja selló en Manresa su pase a semifinales. / ACB Media

Si es noche de luna llena, / tijeras abiertas en la mesa / si se cruza un gato negro, / o se te rompió el espejo. / Si no es por superstición / puede ser por precaución / pero de todas maneras… / ¡Tocar madera! / ¡Tocar madera! / ¡Tocar madera! / ¡Tocar madera!

Esta canción fue el gran éxito del segundo álbum del cantautor Manolo Tena. Fue lanzado al mercado a finales de 1992 bajo el nombre de Sangre española. Después de los Juegos Olímpicos de Barcelona y la Expo de Sevilla. En el preludio de la gran crisis que sufrió este país en 1993. Se avecinaban tiempos difíciles y toda precaución era poca. Como buen gallego, no creo en las meigas, pero «habelas, hainas».

La situación de Unicaja camina en ese sentido. Todo está tan bien que parece que hay que tomar todas las precauciones posibles para que nada cambie y todo siga el mismo ritmo que hasta ahora.

Se afrontaba el play off de cuartos de final por el título ante el Baxi Manresa sin Kendrick Perry y con Dylan Osetkowski en un mal momento, y el equipo ha pasado la prueba con nota. Dando un golpe de autoridad innegable en el Nou Congost con una gran exhibición de juego colectivo y de recursos individuales.

Una clasificación para semifinales, ante UCAM Murcia o Valencia Basket, que sitúa al equipo por segunda temporada consecutiva en el TOP 4 de la mejor liga nacional del mundo después de la NBA. Una semifinal que el equipo de Ibon Navarro, como premio al trabajo bien hecho, afrontará con cuatro días de descanso más que su rival.

Es el momento de seguir trabajando sin presión. La temporada está hecha y además con nota. El equipo tiene una oportunidad única de soñar con algo impensable hace un año y que tildaría de loco al que se atreviera de decirlo hace dos años, cuando llegó Ibon Navarro al equipo para espantar el temor de descender a la Liga LEB Oro. Suena fuerte escribirlo y también leerlo, pero es la realidad. Ahí estaba este equipo hace dos años.

Los aficionados deben aprovechar este momento, como el equipo, sin presión y disfrutando cada partido como si fuera el último. Sólo así llegarán más partidos y más alegrías. Y lo más importante, cuando lleguen los malos momentos, que llegarán, todos podremos decir que hemos disfrutado hasta el último minuto de esta gesta que día a día escribe este maravilloso Unicaja.

Kendrick Perry estará casi seguro para jugar las semifinales ya recuperado de sus molestias. Dylan recuperará su nivel deportivo, no era posible mantener el nivel que estaba mostrando el californiano todo el año, y con la llegada de los partidos importantes seguro que volveremos a ver su mejor versión.

El paso adelante del equipo ante la ausencia de dos de sus pilares de esta temporada en los cuartos de final contra el equipo de Manresa solo suma cosas buenas de cara a las semifinales. Y esa defensa exhibida ante Manresa, capaz de destrozar la telaraña del genial coach Pedro Martínez, demuestra que el equipo llega en un gran momento colectivo al momento más importante del año. Carpe diem y, por si acaso, unos ajos para «espantar el meigallo».