La fiesta de la crítica ha cobrado este año, y en estas semifinales del concurso de canto, un sentido muy especial. Los carnavaleros han decidido unir sus fuerzas para protestar por lo que entienden que es una falta de respeto hacia este colectivo malaguita. Los gerifaltes de la radio televisión autonómica han decidido que las semifinales del Carnaval de Málaga no merecen ser retransmitidas por un medio público, que hasta hace un año venía cumpliendo con esa vocación de servicio público y emitía todo lo que pasaba en el Teatro Cervantes.

Este año no hay semifinales en la pública andaluza porque, según sabe Dios qué criterios, alguien ha decidido que Pepelu Ramos, Paco Rodríguez o David Delfín no tienen porqué estar a pie de tablas para llevar a los malagueños una de sus fiestas. Han decidido que los ángeles además de no tener sexo no tengan voz, o que no podamos dejarnos seducir por las historias de personajes propios de nuestra ciudad.

Decisiones que se toman mientras que hay gente que trata de llevar lo más alto posible una fiesta en auge. ¿Que no? Solo hay que ver cómo estaba el domingo el Potaje perchelero, cómo la gente estaba con los grupos, disfrutando de su fiesta.

Porque el Carnaval no es la fiesta de una Fundación, ya se encargan en ella de que el Carnaval sea de todos los malagueños aunque haya quien quiera dar la espalda. Qué le vamos a hacer. Habrá que estar al pie del cañón para no perder puntada del #CoacMLG.