La Esperanza de Coín no saldrá este año en procesión el Miércoles Santo. Los graves desperfectos encontrados en su trono han obligado a la junta de gobierno a tomar esta decisión. Los cofrades han descubierto que tanto el cajillo como los candelabros están completamente negros por una pátina que cubre toda la orfebrería y que, según los distintos técnicos que lo han visto, sólo se puede eliminar con una restauración que podría costar hasta 14.000 euros.

La hermandad no tiene recursos para afrontar esta obra ni tampoco hay tiempo para que esté lista en Semana Santa, de ahí que la Virgen no vaya a salir a la calle. En su lugar, se celebrarán cultos especiales en la sede canónica, según explicó el hermano mayor, Diego Pavón.

El dinero que la hermandad suele emplear para poner la cofradía en la calle será destinado a evitar del desahucio de tres familias con dificultades para pagar la hipoteca de su casa. «Las cofradías también tenemos que estar para estas cosas», señaló.