Ignacio A. Castillo se ha convertido en el nuevo hermano mayor de la cofradía del Cautivo tras obtener 585 votos de los 1.067 votos emitidos en las elecciones de ayer, frente a los 471 obtenidos por el otro candidato, Fernando Cabello. Además se contabilizaron tres votos nulos.

Con estas elecciones se pone además fin a un año de provisionalidad y excepcionalidad por la intervención del Obispado de Málaga, que puso al frente de la hermandad a Carlos Ismael Álvarez para recuperar la paz interna y organizar las elecciones.

Ignacio A. Castillo, muy emocionado tras conocer los resultados, se abrazó a Fernando Cabello, de quien reconoció que había obtenido «un magnífico resultado, que indica que es una prioridad y necesario reconstruir la cofradía, como hemos dicho en la campaña, y una obligación de todos».

Castillo, que tiene cuatro años por delante para restablecer la normalidad en la vida interna de la cofradía, hizo un llamamiento a todos los hermanos del Cautivo para «aprovechar esta situación de crisis para convertirla en una oportunidad, en una refundación de la cofradía», para lo que afirmó que «vamos a contar con todos las hermanas y hermanos».

El nuevo hermano mayor de la cofradía del Cautivo reconoció que, tras conocer los resultados que confirmaban su victoria, sus primeros pensamientos fueron hacia su padre, hermano histórico de la cofradía, y su hija. Además, agradeció el apoyo de todos los componentes de su candidatura y a su familia. «Hay mucha gente detrás de esta victoria, que demuestra que hemos hecho bien las cosas», aseguró Ignacio A. Castillo.

«Este resultado no es el final de un camino, sino el principio para dejar al Cautivo en el lugar que se merece», afirmó poco después de su victoria en el cabildo de elecciones.

La jornada electoral se desarrolló con mucha normalidad a lo largo de todo el día, ya que las urnas se abrieron a las 12.00 horas y se mantuvieron hasta las 21.00 horas.

Desde el primer momento muchos hermanos del Cautivo acudieron a la casa hermandad para ejercer su derecho al voto. La jornada se desarrolló sin incidentes reseñables, poniendo fin a una campaña en la que apenas han existido polémicas graves.

Además de buscar la unidad, Ignacio A. Castillo se plantea como prioridad terminar el palio de la Virgen de la Trinidad y pedir el título de basílica para San Pablo.