En el colegio de Gamarra saben de la importancia de mantener las tradiciones e inculcarlas a los más pequeños. Por eso, cada Viernes de Dolores el colegio se viste de nazareno para hacer manifestación pública de fe por sus jardines. En torno a las 10.00 horas de la mañana, desde la capilla del colegio salían los nazarenos amarillos con estolas blancas en el Cristo y azules en la Virgen. Los cirios se sustituían por palmas que con movimientos elegantes parecían ser el preludio de lo que aún está por llegar.

Cientos de niños participaban en el cortejo, los pequeños con faraona, otros bajo el capirote, algunas niñas vestían de mantilla y los más mayores lo hacían bajo los varales del Señor de la Soledad, antiguo titular de la Cofradía del Dulce Nombre, y la Madre del Buen Camino, obra de José María Ruiz Montes.

Los alumnos de la escuela que no participaban en la procesión se asomaban a las ventanas de sus aulas para ver la maniobra de salida. Los más atrevidos gritaban a la virgen "¡Guapa!" y otros solo admiraban su rostro dolorido mientras avanzaba a los sones de 'Caridad del Guadalquivir' interpretada por la Banda de Música de la Expiración.

Los edificios lucían engalanados con reposteros de damasco morado para la ocasión. Desde uno de ellos, algunos alumnos lanzaron al Señor una petalada de claveles mientras la Banda de Cornetas y Tambores de la Victoria interpretaba una de sus marchas propias: '¿Eres tú el Mesías?'. Después llegó el turno de la Virgen. Mientras sonaba 'Concha', una lluvia de pétalos blancos y rojos caía sobre el manto de terciopelo azul.

Actos así dejan muy claro que en Gamarra la Juventud cofrade está muy viva, y ya miran al futuro esperando la llegada del Varón de Dolores que Ruiz Montes está realizando para esta asociación.