La polémica por el cartel de Semana Santa de Sevilla llega a Alemania: "¡Escándalo, un Jesús semidesnudo!"

"Sacrílega, vergonzoso, blasfemo". Estos son algunos de los adjetivos que recibió el Cartel de Semana Santa de Sevilla. La polémica continuó en las semanas siguientes, tanto que en Málaga se convocó una misa en desagravio para condenar el cartel. Lo que a su vez hizo que el Obispado se pronunciara, para desmarcarse de dicho acontecimiento. 

Parece ser que el "escándalo", por la obra de Salustiano García no ha cesado y ahora ha dado el salto fuera de nuestras fronteras y ha llegado hasta Alemania. En el país germano, el periódico "Die Zeit", ha publicado un artículo haciendo referencia a lo ocurrido.

Bajo el título de "¡Deséame!", Hanno Rauterberg, autor del texto, ironiza con la polémica suscitada en España tras el cartel de Semana Santa: "¡Escándalo, un Jesús semidesnudo! ¿O es simplemente erotismo cristiano normal?", apunta. 

"Como Cristo fue sin pecado, también puede mostrar su cuerpo libre de vergüenza"

El artículo hace referencia, como no, al erotismo que envuelve la imagen. Un erotismo que el autor tilda de absurdo, poniendo como ejemplo otras obras renacentistas de Giovanni Bellini, Andrea Mantegna o Willem Key: "El mensaje cristiano está lleno de paradojas de este tipo y los pintores las explotaron lo mejor que pudieron. Era sumamente atractivo para los pintores, para demostrar el poder de su arte". 

Rauterberg hace referencia "a una mirada a la historia del arte", donde lo "terrenal se convierte naturalmente en sobrenatural": "La excitabilidad del Dios verdaderamente humano no queda de ningún modo fuera de lugar", indica.

Para ello pone de ejemplo al poeta Boccaccio ya en el siglo XIV, que "hablaba de la erección masculina como una resurrección de la carne. Por eso, para muchos artistas el pene de Jesús está apenas cubierto, porque los artísticos pliegues del taparrabos atraen aún más la atención hacia el enorme bulto", recalca. 

Y finaliza reflexionando sobre el caso de Sevilla, que "sigue provocando un éxtasis de protesta entre algunos. Sin embargo, los carteles siguen colgados. Al menos por ahora, el erotismo de la fe permanece al descubierto".