Semana Santa Málaga 2024

La Pollinica se erige en el Domingo de Ramos

La cofradía inaugura un año más las salidas procesionales desde una colmada como nunca calle Parras, bajo un cielo plomizo de Domingo de Ramos, para dirigirse con diligencia a la Catedral a hacer estación de penitencia por primera vez en su historia

Ignacio A. Castillo

Ignacio A. Castillo

Este año era más temprano. Un cuartito de hora nada más. Pero no importaba. Hoy la Pollinica no solo iba a ser primera, sino que probablemente se iba a erigir en el Domingo de Ramos en sí. Conscientes de las dificultades meteorológicas que se le presentan a la semana, puede que el público se diera cita en la calle Parras para no perderse el comienzo de una celebración que puede que tenga un final prematuro. Y no se cabía. El día amanecía plomizo. Cualquier pregonero lo tendría muy complicado para hablar un día así de los rayos del sol de la mañana que penetran por el palio de malla de la Virgen del Amparo. O cómo la candelería iluminaba su sempiterna sonrisa. Todo lo contrario. El polvo en suspensión imponía su tiranía. Los móviles alertaban de que la calidad del aire no era favorable y, para colmo, la brisa era fría, desapacible, y apagaba los cirios. Olía a esa humedad tan de Málaga que no hacía presagiar nada bueno.

Con todo, los pronósticos indicaban que la Pollinica podía salir y salvarse de las precipitaciones anunciadas. Y se puso en la calle a la hora prevista. Eran las 10.00 horas. Iniciaba una procesión que asumía con diligencia, que se iba a acelerar en lo posible para llegar antes al encierro. De hecho, a la Tribuna llegó con bastante antelación y pudo pedir la venia a las 11.45 horas, 15 minutos antes de lo programado. Este año, además, la salida procesional tenía un sentido especial: la cofradía iba a abrir las puertas de la Catedral para hacer, por primera vez en su historia, estación de penitencia. No es que lo que ha venido haciendo hasta ahora tengo menos valor. Que venga alguien a discutir que una cofradía no cumple una función eminentemente catequética entre o no al Primer Templo. Así lo ha hecho Pollinica desde siempre, enganchando a la causa a miles de pequeños cofrades que han venido a nutrir generaciones. Pero, si puede entrar a la Basílica, como ahora, ¿por qué no hacerlo?

Salida de la Pollinica

Ignacio A. Castillo

El obispo, Jesús Catalá, no asistió en esta ocasión a la salida desde la casa hermandad. En su lugar, el delegado de Hermandades, Salvador Guerrero, se dirigió a los cofrades y les pidió que "derramaran bendiciones" por la ciudad. Tras un Padrenuestro y un Ave María, el alcalde, Francisco de la Torre, que encabezaba una cohorte de concejales, dio los primeros toques de campana de la Semana Santa, y el trono del Señor se hacía a la calle mientras la agrupación musical de la Vera+Cruz de Campillos, recuperada para la causa, interpretaba la Marcha Real e, incesantes, repicaban las campanillas.

Pollinica | Domingo de Ramos 2024

Los niños, protagonistas de la mañana. / Gregorio Marrero

Tras las cornetas y tambores del Nazareno de Almogía, la sección, con los niños hebreos que blandían palmas y los carguitos del Señor, ya habían salido de forma ordenada del interior del instituto Gaona. En el exorno floral del trono de Jesús a su Entrada en Jerusalén destacaban las orquídeas en tonos rosa oscuro y las siemprevivas moradas. Estrenaba en el frontal una pareja de ángeles que prestaban custodia a la cartela central y que han sido ejecutados por José María Leal. El Señor llevaba la túnica y manteo bordados por Sebastián Marchante. Con la marcha 'Triunfal' y tras los saludos protocolarios de las cofradías de Salutación y Santa Cruz, con sus guiones respectivos en la puerta de San Felipe, el trono tomó la curva de Gaona, sin prisa, pero sin pausa. Las miradas, inevitablemente, seguían dirigiéndose al cielo.

Pollinica | Domingo de Ramos 2024

El Señor de la Pollinica, con el terno de Sebastián Marchante. / Gregorio Marrero

Sin solución de continuidad, cuando el trono del Cristo ya ascendía por Guerrero, salía la Virgen del Amparo. En esta ocasión, el presidente de la Agrupación de Cofradías, José Carlos Garín, actuaba de mayordomo de trono. Sonaba 'Reina de San Agustín' a cargo de la banda de música de Santa Cecilia, que se estrenaba este Domingo de Ramos. Y, a continuación, 'María Santísima del Amparo', con la que se dieron las primeras mecidas a paso pollinico. La Virgen lucía la corona del 75 aniversario, estrenada hace un par de años, enmarcaba su rostro con un rostrillo de tul con hijilla y cubría su espalda con una mantilla por toca, ajustada a la espalda y que le caía de forma muy elegante. Cimbidium, dendrobium rosa y fresias rosa palo formaban parte del arreglo flora, que también introducía rosas amarillas.

Virgen del Amparo, de la cofradía de Pollinica, el Domingo de Ramos de 2024

Virgen del Amparo, de la cofradía de Pollinica, el Domingo de Ramos de 2024 / Gregorio Marrero

Es ese primer cimbreo de palio que antes de sentirse, se presiente. Que antes de verse, se intuye. Que cuando al fin aparece por  la curva contundente, y gana la mañana del Domingo, se produce un conglomerado de sentimientos, los muchos vividos y todos los que quedan aún, de niños, adultos o ancianos,  que son tan difíciles de digerir, que un nudo se hace en la garganta y afloran por las mejillas las lágrimas que a Ella le faltan. Y cuando pasa. Y cuando se va, como se marchan los palios en Málaga, nos invade la nostalgia. Porque ya ha comenzado a acabarse esa vida que dura tan solo una semana. Y que este año, para colmo, parece que va a ser aún más corta.