Los capirotes de La Opinión: balance del Martes Santo

Tras dos jornadas pasadas por agua, días de la Semana Santa considerados de urgencias, con suspensiones, chaparrones en plena calle, decisiones atrevidas que salieron mal unas veces y bien otras, este Martes Santo ha podido disfrutar de normalidad. Incluso con un ligero chispeo cuando las seis cofradías ya estaban en la calle. Y mucho, pero que mucho público, aguardando en las aceras el paso de los distintos cortejos procesionales. Por si acaso... porque las previsiones vuelven a torcerse en la recta final de la celebración.

La respuesta del público

No me saquen los paraguas delante del Señor

Sacar los paraguas y chubasqueros de forma alarmante mientras se grita “está lloviendo mucho” o “qué pena que vienen desde muy lejos” no es algo que ayude a los hombres de trono y nazarenos de Nueva Esperanza a su entrada en la Alameda Principal. Lo mismo hubiese sido mejor darles ánimos y aguantar un poquito, porque literalmente fueron cuatro gotas.

La maniobra

¡Viva la Novia de Málaga! En la Tribuna de los Pobres

Cada Martes Santo se repite un momento que reúne a cientos de malagueños en un mismo punto: la cofradía del Rocío gira sus tronos y los sube a pulso para saludar a todos los fieles que están en la escalera de la Tribuna de los Pobres. Todo esto mientras se escucha: “¡Viva la novia de Málaga!” Una ciudad que se reencuentra consigo misma en torno a una de sus devociones predilectas.

La marcha

El delicioso repertorio de la Virgen de Gracia

No se podría elegir solo una de las grandes marchas que se incluían este Martes Santo en la cruceta de la Virgen de Gracia y que interpretó, con mucho gusto además, la banda de la Vera+Cruz de Almogía. Con ‘Macarena’ de Cebrián, o ‘Valle de Sevilla’, del maestro José de la Vega, se adentró en Álamos. Y salió de Especerías con ‘La Quinta Angustia’, de Grau. Enorme repertorio.

Los capirotes

El tweet de la jornada

La otra crónica

El trabajo en segundo plano de Pedro Ramírez en el Rescate

El Rescate es una cofradía que está pasando por momentos complejos, aunque hay que reconocer que se están dando pasos más que positivos. El delegado del Obispado para reconducir la situación, Pedro Ramírez, comisario episcopal encargado de que las aguas vuelvan a su cauce, ha encontrado a cofrades dispuestos a trabajar por la cofradía y superar las diferencias. Ha conseguido renovar los cargos de procesión con savia nueva y ofrecer un camino alternativo a la cofradía. El trabajo de Pedro Ramírez, que fuera hermano mayor de Estudiantes, ha sido callado y, seguramente, negado por él mismo. Incluso ha buscado un papel secundario en la procesión, no ocupando ningún puesto y acompañando a la cofradía en segundo plano. Todo un mensaje también de saber negarse para que luzca el conjunto. Si todo sigue así, a mejor, poco a poco, día a día, a partir de la Pascua, sería más que probable que el próximo Martes Santo, el Rescate contara con un nuevo hermano mayor.