La cucaracha americana, la chinche de cama o el mosquito tigre son algunas de las plagas que han reaparecido o llegado por primera vez a España de la mano de la globalización y el cambio climático. Milagros Fernández de Lezeta, directora general de la Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas (Anecpla), ha destacado la importancia del cambio climático y la globalización en la diseminación de nuevas plagas. Así, explicó que las temperaturas más cálidas durante el invierno, aunque este último no ha sido el mejor ejemplo, contribuyen a la proliferación y asentamiento de determinadas especies, especialmente de los insectos.

Al cambio climático se suma la globalización y el correspondiente aumento del tránsito de pasajeros y mercancías de todo el mundo. Nos han devuelto especies prácticamente desaparecidas en España como la chinche de cama (Cimex Lectulariux). Este insecto minúsculo de color marrón y plano que no trasmite ninguna enfermedad, pero cuyas picaduras provocan incomodidad o insomnio, desapareció prácticamente de Europa tras la II Guerra Mundial, pero parece ser que han vuelto para intentar quedarse. Han llegado en las maletas de los viajeros o por al compra-venta de muebles antiguos (camas o mesitas) procedentes de países donde las condiciones higiénico-sanitarios dejan bastante que desear.

Los especialistas en el combate de plagas se encuentran ahora con menos herramientas ante la política de al Unión Europea de prohibir ciertos productos químicos, debido a su peligrosidad.