Ante la delicada situación en que se encuentran algunas especies pesqueras consumidas en España, WWF desea que estas Navidades los ciudadanos se comprometan con el mar evitando el consumo de las más amenazadas, como el atún rojo, la anguila, el caviar de esturión o el rodaballo salvaje.

La organización recuerda hoy en nota de prensa que hay opciones más sostenibles en el mercado, como la sardina o el arenque, el pulpo de nasa, la nécora, el centollo o el percebe.

WWF propone a los consumidores que reflexionen sobre las especies que van a conformar su menú y elijan aquellas que estén en mejor estado de conservación y cuya captura tenga un impacto menor en los ecosistemas.

Así, recomienda, a quienes quieran poner freno al agotamiento de los recursos, evitar adquirir especies como la anguila europea, el caviar de esturión salvaje, el rodaballo salvaje de aguas europeas, o el atún rojo del Atlántico.

La organización hace hincapié en la importancia de conocer la procedencia del pescado (pesca extractiva o acuicultura), así como el caladero del que proviene o el arte de pesca utilizado.

Señala que, en líneas generales, es preferible optar por especies que provienen de la pesca de bajura o pesquerías próximas, artes con un menor impacto en el medio y que hayan sido extraídas respetando las regulaciones como las tallas mínimas, límites de captura y las vedas.

En cuanto al rodaballo salvaje, añade, que se encuentra fuertemente sobreexplotado en la mayoría de los caladeros europeos, por lo que debe también eludirse, así como el pez espada del Mediterráneo para el que aún no existe un plan de gestión.

Otras especies, como el besugo en aguas ibéricas, la chirla extraída con draga y la mayoría de las rayas, muestran problemas similares de escasez o relativos al impacto de su captura, según esta organización.