En las postrimerías de las fiestas navideñas, muchos son los que se afanan en buscar dietas y fórmulas desintoxicantes con las que limpiar su organismo, adoptar hábitos saludables y hacer balance para marcarse nuevos objetivos de cara al año nuevo. Enero es el mes en el que baja el consumo de tabaco, se dispara el de las dietas, entramos en el gimnasio y cambiamos de estilo de vida, o al menos lo intentamos.

«El inicio de un año nuevo siempre supone un momento de esperanza, lo malo es que los objetivos que nos marcamos suelen desaparecer a la semana siguiente», afirma el psicoanalista José García Peñalver.

Este especialista reconoce que el final de un año suele usarse para hacer balance, para pensar qué nos gustaría cambiar de nosotros mismos, un ejercicio que «está pactado simbólicamente» y que debería «hacerse también a lo largo del año», siempre «desde el convencimiento interno».

«Eso es lo importante, ser conscientes de que lo que vamos a hacer es fruto de un grado de convicción alto y de una madurez», comenta García Peñalver.

En los primeros días del año se apuesta por una vida nueva, como dice el refrán. Se puede cambiar de todo, pero sin pasarse. «Crisis de pareja las hay, pero no tantas como las que se dan en las vacaciones de verano», apunta el psicoanalista.

Lo que sí se buscan son dietas mágicas de desintoxicación después de los abusos alimentarios que se cometen en navidades, cuando nos entregamos a la «abundancia y los alimentos más pesados, comiendo sin hambre en muchas ocasiones y bebiendo por compromiso», recuerda Javier Unzueta, master universitario en Medicina Estética.

Este experto recomienda una alimentación saludable y equilibrada para afrontar el nuevo año con energía y vitalidad. Después de descuidar los hábitos durante las fiestas, Unzueta aconseja recuperar la normalidad en lo que al consumo de frutas y hortalizas se refiere, no tocar los postres y beber mucha agua, a razón de «litro y medio a dos litros diarios».

«Lo ideal es prescindir de las bebidas alcohólicas durante diez o quince días, para relajar al hígado, que seguro está tocado no sólo por la ingesta, también por las grasas», aclara.

La actividad física también es clave para reequilibrar el organismo. «Hay que caminar durante las fiestas en lugar de hacer la siesta. El ejercicio físico nunca debe faltar. Lo suyo es andar unos 40 minutos diarios», indica Unzueta. Y nunca dejar de comer, una fórmula que puede volverse en contra de la salud. «Lo ideal son cinco comidas al día, una de ellas siempre más fuerte y completa».

Fuertes y sanos. Con ese fin muchos entran en los gimnasios, como el Megasport, cuyo director Antoni Cañellas reconoce que «en enero siempre se produce un incremento importante de matrículas».

Con el ejercicio, sea cual sea, se eliminan toxinas y otros residuos propios del organismo. «Para quien nunca ha ido a un gimnasio disponemos de un servicio de asesoramiento, gratuito. Lo importante es que este hábito no dure unos días, sino que se prolongue todo el año».