El obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Pla, ha defendido que muchos casos de personas que sienten atracción hacia otras del mismo sexo "pueden ser resueltos positivamente, con una terapia apropiada, especialmente si la práctica de actos homosexuales no se han enraizado".

En una entrevista a 'Religión en Libertad', la primera que concede tras la polémica homilía de Viernes Santo, Reig Pla ha respondido positivamente a la posibilidad de cambio en las personas gays. "Según la fe cristiana, la redención, la salvación, no es simplemente un dato de hecho. Se nos ofrece la salvación en el sentido de que se nos ha dado la esperanza, una esperanza fiable, gracias a la cual podemos afrontar nuestro presente", ha recalcado.

"Con la ayuda de la gracia de Dios y acompañados por sacerdotes, orientadores y catequistas y ayudados, en su caso, por profesionales, las personas con orientación sexual hacia el mismo sexo pueden vivir en castidad (dominio de sí); no sin combate, pero la vida de todo cristiano que quiere vivir según la voluntad de Dios implica batallar contra las propias concupiscencias hasta el mismo día de la muerte", ha agregado.

En este punto, el obispo ha recordado que el Pontificio Consejo para la Familia indicó que "los padres cuando advierten en sus hijos, en edad infantil o en la adolescencia, alguna manifestación de dicha tendencia o de tales comportamientos, deben buscar la ayuda de personas expertas y calificadas para proporcionarle todo el apoyo posible", y añade: "muchos casos, especialmente si la práctica de actos homosexuales no se ha enraizado, pueden ser resueltos positivamente con una terapia apropiada".

A este respecto, ha asegurado que las experiencias de las que tiene noticias, especialmente en España, Europa, Estados Unidos y Latinoamérica "son muy esperanzadoras". "Con la pertinente unión de la ayuda espiritual y profesional, muchas personas, laicos, religiosos y sacerdotes, que voluntariamente lo han solicitado, se están viendo beneficiados por estos nuevos itinerarios de libertad, caridad, verdad y esperanza que conducen al dominio de sí y, en su caso, al cambio", ha revelado.

Eso sí, Reig Pla ha aclarado que no se trata de imponer nada, sino de "ofrecer el espacio de libertad, verdad y esperanza que otorga la Iglesia para quien libremente desee escapar de la dictadura del silencio". "Sabemos que hablar de castidad como dominio sobre la propia persona, e incluso de cambio para volver a la orientación sexual varón-mujer, no es políticamente correcto; desde luego los católicos, y yo en particular, bajo ningún concepto queremos ofender a nadie, sin embargo no renunciamos a anunciar la verdad en la caridad", ha remarcado.

El obispo ha perdonado a todos los que le han insultado y amenazado en los últimos días, unos actos que "le ayudan a ser humilde". "Como dijo un gran obispo torturado en la cárcel, los hombres para mí se dividen en dos grupos: los que son mis hermanos y los que todavía no saben que lo son", ha manifestado.

Frente a las críticas que han arreciado tras la homilía, el prelado ha señalado que ha recibido "mil correos electrónicos, cartas y llamadas de apoyo, la cercanía obispos, sacerdotes, religiosos y fieles laicos de España y de muchas partes del mundo, así como de importantísimas instituciones eclesiales y civiles".

El obispo de Alcalá de Henares ha negado que sus palabras fueran homófobas. Así, ha explicado que "algunos juegan a confundir conceptos, de modo que acusan, ilícita e ilegalmente, de homofobia a quien afirma el desorden de dicha inclinación y de dichos actos". "Es una cuestión de estrategia: confundir conceptos para confundir a la opinión pública", ha apostillado.

Reig Pla ha afirmado que lo que explicó el Viernes Santo responde al magisterio de la Iglesia Católica, ya que ésta "enseña que hay que distinguir entre las personas que siente inclinación sexual hacia el mismo sexo, la inclinación sexual propiamente dicha y los actos homosexuales".

"Respecto a las personas con atracción sexual hacia el mismo sexo la Iglesia enseña que deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta", ha destacado.

"Más aún, la Iglesia acoge a todos los que, en esta situación, se acercan solicitando ayuda. Otra cosa bien distinta es la inclinación propiamente dicha (objetivamente desordenada) y los actos homosexuales (intrínsecamente desordenados)", ha añadido.