INVESTIGACIÓN

La diabetes, la obesidad y, ahora, para reducir el consumo de alcohol: las tres vidas de un fármaco

Ozempic, un medicamento autorizado en España para la diabetes, que en Estados Unidos se utiliza para la obesidad, también puede reducir el consumo de alcohol

Entre un cinco y un 10% de la población española adulta tiene problemas con el alcohol.

Entre un cinco y un 10% de la población española adulta tiene problemas con el alcohol.

Ana Ayuso, Nieves Salinas

Ozempic (semaglutida), un medicamento autorizado en España para controlar los niveles glucémicos de los pacientes con diabetes tipo 2 -unos 5,1 millones de personas en nuestro país- se ha convertido en los últimos meses en la inyección que reclamaban personas con obesidad para perder peso. Ahora, se estudia si este fármaco podría contribuir a tratar adicciones, después de que algunas personas hayan experimentado descensos en su consumo de alcohol.

Ozempic, un medicamento inyectable de venta con receta, es un fármaco que lleva meses envuelto en cierta controversia. A finales de 2022, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) comunicó que había tenido conocimiento de un aumento en la demanda de fármacos incluidos en el grupo de los medicamentos análogos del GLP, como este, que incluye los autorizados para mejorar el control glucémico en el tratamiento de adultos con diabetes mellitus tipo 2 no suficientemente controlada con dieta y ejercicio.

Detrás de esa falta de suministro, ya resuelto desde inicios de 2023, el uso que se estaría haciendo de tratamientos como Ozempic por parte de personas con sobrepeso porque la semaglutida actúa sobre los impulsos, bloqueando la sensación de hambre. En España, el fármaco no está financiado para esta indicación, es decir como tratamiento para la obesidad.

Pero en Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por su siglas en inglés) aprobó el medicamento inyectable para tratar la diabetes en 2017, y en 2021, autorizó un fármaco con una dosis mayor del ingrediente activo en , para abordar la obesidad con el nombre comercial de Wegovy. Ahora, nuevas investigaciones dan una nueva vida al medicamento: podría ayudar a reducir el consumo de alcohol.

Sensación de saciedad

Para Gerardo Flórez, miembro de la junta directiva de Socidrogalcohol y director ejecutivo de la revista 'Adicciones', se trataría de una hipótesis válida, dado que ya existen otros compuestos que han calmado los impulsos propios de este tipo de adicción, aunque en un principio no fuesen creados para ello. "Son tratamientos que generan una sensación de saciedad. Hacen que beber alcohol no sea tan gratificante, por lo que uno se sacia antes, aunque no evita la intoxicación", apunta a El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica.

Se refiere a la 'Naltrexona' y el 'Nalmefeno', dos tratamientos que "surgieron en torno a la dependencia a la heroína, porque es una antagonista de los receptores opioides, pero que se vio que disminuían el consumo de alcohol en animales de experimentación, sobre todo ratas", explica. Sin embargo, señala el miembro de la junta directiva de la sociedad científica, la fórmula, que fabrica y estudia el laboratorio Novo Nordisk, no sería tan eficaz en "personas que beban muy rápidamente y que, por lo tanto, se intoxican muy rápido".

Los otros tratamientos

Ya existen tratamientos destinados a esos pacientes, que buscan que la persona adicta al alcohol interrumpa su consumo, como ocurre con el 'Antabus' o el 'Disulfiram'. Estos fármacos, detalla el experto de Socidrogalcohol, "bloquean el metabolismo del alcohol en el hígado y, si uno bebe, el alcohol sienta mal. El objetivo se centra en tomarlo, y uno ya sabe que no puede beber, porque, si lo hace, al poco va a tener una experiencia desagradable".

El director ejecutivo de la revista 'Adicciones' compara el Ozempic con la 'Naltrexona' y el 'Nalmefeno' porque son tratamientos que "generan una sensación de saciedad" y "hacen que beber alcohol no sea tan gratificante". Quienes lo consumen se sacian antes y es precisamente por ello por lo que este fármaco, explica, ha resultado "interesante en el tema de la obesidad, contra comidas muy grasas, muy azucaradas o muy saladas".

Las sustancias que regulan el deseo

La adicción es la alteración de las estructuras del cerebro que regulan el deseo, la motivación y la memoria de algo concreto. "Esas estructuras también se activan por la comida, por lo que tiene sentido que algo que funcione en personas que tienen un problema de obesidad y que, al tomar ese medicamento, se genera saciedad. Lo normal es que genere también saciedad en otras adicciones", opina Gerardo Flórez.

El experto calcula que, entre un cinco y un 10% de la población española adulta, tiene problemas con el alcohol. El fármaco de la compañía danesa Novo Nordisk sería más eficaz en "personas cuyo objetivo terapéutico no fuese la abstinencia, sino empezar a reducir las cantidades de alcohol". "Estaríamos hablando de pacientes con cuadros más leves", afirma Flórez, aunque recalca que todavía "habría que hacer ensayos clínicos y verlo, así como probar la combinación con otros tratamientos".

Asimismo, las inyecciones de semaglutida, si fuesen finalmente empleadas para controlar el consumo excesivo de alcohol, tendrían que combinarse en cualquier caso con tratamiento psicológico. Desde un punto de vista farmacológico, podría sumarse a otros agentes glutamatérgicos, como el 'Acamprosato', indicado en la terapia de mantenimiento de abstinencia en pacientes dependientes del alcohol. "Así, se aumentaría la saciedad y se reduciría el impulso por beber", zanja.

Respuesta de la dopamina cerebral

Según explica a El Periódico de España el doctor Cristóbal Morales, endocrino del Hospital Universitario Virgen Macarena y Hospital Vithas Sevilla, cuando se le pregunta por el uso de este fármaco y su nueva posible vida en la reducción del consumo de alcohol, "ya se conocía desde hace muchísimo tiempo que había disminución, de manera natural, de la ingesta, porque a la gente le apetecía menos".

Después, explica el médico, han ido saliendo estudios en animales en los que se "ha visto que disminuye también lo que son las adicciones, por la respuesta de la dopamina cerebral". El especialista habla de "algo novedoso" sobre una familia de fármacos que tiene un "componente especial en disminuir ese impulso por atracón, o incluso abuso de sustancias adictivas".