Los alergólogos piden "no infravalorar" las picaduras de medusa y que se notifiquen todos los contactos

Aunque a nivel global no se pueda hablar de un aumento de medusas, "su aparición puede ser predominante en algunas zonas", indican los expertos, que solicitan que se intente identificar cada especie tras una picadura

Un ejemplar de medusa en una playa de Málaga.

Un ejemplar de medusa en una playa de Málaga. / L.O.

Nieves Salinas

La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) ha lanzado este martes una advertencia a la población: "que no infravaloren" el problema que suponen la aparición de medusas en las playas. Además, solicita que se reporten todas las picaduras y contactos a través de MedusApp, una aplicación que incorpora inteligencia artificial (IA) para el reconocimiento automático de especies, algo que los médicos consideran muy importante, también, de cara a la investigación. Los expertos inciden en la necesidad de ser conscientes "del peligro de su picadura y de las reacciones alérgicas que pueden provocar".

La sociedad científica aclara que es habitual que durante el verano aparezcan medusas en las zonas costeras de nuestro país, debido a su ciclo biológico y al efecto de arrastre de las corrientes marinas. "Por ello, y aunque a nivel global no se pueda hablar de un aumento de medusas, su aparición puede ser predominante en algunas zonas", indican los expertos.

Las medusas más predominantes en nuestras aguas son Pelagia noctiluca (también denominada medusa clavel) y Rhizostoma pulmo (conocida como aguamala)

La SEAIC detalla que las medusas más predominantes en nuestras aguas son 'Pelagia noctiluca' (también denominada medusa clavel) y 'Rhizostoma pulmo' (conocida como aguamala). Especies que, detallan, pueden provocar reacciones alérgicas. Los síntomas se manifiestan con náuseas, vómitos, diarrea, calambres estomacales, espasmos, dolor muscular, fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, mareos, enrojecimiento de la piel, picor intenso, erupción cutánea y dificultad para respirar, entre otros.

Recomendaciones

La SEAIC ha elaborado unas recomendaciones de actuación en caso de sufrir una picadura de medusa. La primera, lavar inmediatamente la zona con agua salada o con suero. Nunca se debe utilizar agua dulce, porque se podrían "romper" las células urticantes multiplicando su efecto, recuerdan los alergólogos. Además, precisan, se debe evitar rascar la picadura o frotar la zona afectada.

El segundo consejo es quitar los restos o trozos de tentáculos con pinzas. Si se hace con la mano, debe estar protegida con un guante, indican. A continuación, recomiendan aplicar frío para aliviar el dolor, durante unos 15 minutos, sin frotar. Si se usa hielo se debe evitar el contacto directo con la piel, matizan.

Y si se experimentan náuseas, vómitos, diarrea, calambres estomacales, espasmos, dolor muscular, fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, mareos, enrojecimiento de la piel, picor intenso, erupción cutánea y dificultad para respirar, se debe acudir directamente al hospital, porque se puede estar manifestando una reacción alérgica por picadura de medusa, advierte la sociedad científica.

Indentificar la especie

Pero, además, añaden, es recomendable, en la medida de lo posible, identificar la medusa que ha originado la picadura para poder informar al sanitario que esté atendiendo el caso. Una vez en el centro médico u hospital, el doctor pautará el tratamiento. Porque, los expertos insisten en la importancia de las reacciones alérgicas que puede provocar una picadura de medusa. Recuerdan que, en 2016, se describió una reacción anafiláctica grave por picadura de 'Rhopilema nomadica' en las costas de Tel Aviv (Israel) y, en el año 2018, el Comité de Asma de la SEAIC, publicó un caso de anafilaxia por la medusa Pelagia noctiluca. 

Investigadores de la Universidad de Sydney publicaron en 2019 el descubrimiento de un antídoto contra la picadura de una de las medusas más venenosas utilizando técnicas de edición genética

En relación con el tratamiento de las reacciones alérgicas frente a las picaduras, los investigadores de la Universidad de Sydney publicaron en 2019 el descubrimiento de un antídoto contra la picadura de la cubomedusa 'Chironex fleckeri' (uno de los organismos más venenosos del mundo) utilizando técnicas de edición genética, apuntan.

IA para reconocer las especies

Además, la sociedad científica pone en valor la existencia de MedusApp, una de las aplicaciones sobre avistamiento de medusas con mayor número de descargas en todo el mundo, que ha sido desarrollada por investigadores de la Universidad de Alicante (UA) y dos informáticos de la Universitat Politècnica de València (UPV), en colaboración con el CIBER de Enfermedades Respiratorias (CIBERES) y el Laboratorio de Inmunoalergia del Instituto de Investigación Sanitaria Fundación Jiménez Díaz (IIS-FJD).

La aplicación incorpora inteligencia artificial (IA) para el reconocimiento automático de especies. Hasta ahora, esta app permitía seleccionar el tipo de medusa a través de un completo catálogo, pero gracias a esta actualización, el usuario puede subir la foto e identificar automáticamente la especie antes de subirla a la aplicación para su publicación, concluyen los alergólogos.