Compra local

Dar vida a los pueblos para luchar contra la despoblación

Con la cercanía y la producción local como valores estrella, Pascual apuesta por fortalecer las comunidades rurales, conscientes de que son los garantes de la calidad de sus productos

Ganaderos de leche Pascual

Ganaderos de leche Pascual

L. Bau

En España, la industria de alimentación y bebidas representa hasta el 2,4% del PIB, con un volumen de negocio de casi 25.000 millones de euros. Se trata de un sector estrechamente vinculado a los productores y al sector primario, por lo que el cuidado de las comunidades rurales es un requisito imprescindible de las empresas que lo integran. Especialmente en España, donde la despoblación rural es un fenómeno que amenaza el territorio: 3 de cada 4 municipios españoles pierden población desde el 2010. 

Conscientes de ello, las empresas de alimentación y bebidas están fomentando medidas de apoyo a comunidades locales. Sin ir más lejos, según la comunidad Plataforma Tierra, la industria de alimentación y bebidas fija una población de 834.737 personas y genera más de 305.000 empleos en la España Vaciada.

Garantía de origen local

Pascual, líder en economía local y proximidad y referente del sector agroalimentario, hace gala de su compromiso con la ciudadanía y el medioambiente. Con la cercanía y la producción local como ingredientes claves de su propuesta, la compañía está dando lo mejor de sí para garantizar el futuro de la alimentación. En su visión de negocio, Pascual prioriza la creación de valor en las comunidades donde opera, promoviendo una economía local y sostenible a través de sus productos. 

Su compromiso se refleja en todas las etapas de su cadena de valor, desde la producción hasta la comercialización. “La compra local, que está en el ADNde la compañía, contribuye a reducir el impacto de la agricultura en el medioambiente y afianza un modelo más sostenible que debe ser una de las piedras angulares de la sociedad de este siglo”, explica Tomás Pascual, presidente de la compañía. 

En este sentido, la firma, apegada al territorio, trabaja en estrecha colaboración con 292 granjas ubicadas en núcleos rurales, lo que permite un suministro constante de materias primas de alta calidad. Asimismo, todas las materias primas utilizadas en las bebidas vegetales de la marca, como la soja o la avena, también son de cultivo local, de la mano de 220 agricultores y agricultoras de toda España.

La apuesta por el sector primario de Pascual facilita luchar contra la despoblación, apoyando el trabajo diario de ganaderos y agricultores. Además, las fábricas de la compañía están ubicadas en municipios rurales, como los complejos industriales de Aranda de Duero (Burgos) y Gurb (Barcelona), así como las dos plantas embotelladoras de Bezoya, su agua mineral natural, en los municipios segovianos de Ortigosa del Monte y Trescasas, y el tostadero del café Mocay, el municipio navarro de Tajonar. Estas instalaciones industriales son fundamentales para impulsar el empleo en las áreas rurales: generan cerca de 2.000 empleos directos y decenas de miles de empleos indirectos en toda España. 

Planta de leche Pascual

Planta de leche Pascual / Archivo

En el último eslabón de la cadena, el de la distribución y el consumo, también llega el compromiso de Pascual. Gracias a su filial de distribución Qualianza, tiene una gran capilaridad para llegar a todos los establecimientos de alimentación y hostelería del país, poniendo el foco en los municipios rurales, donde los servicios son vitales. Los resultados avalan este esfuerzo: Pascual está presente en uno de cada tres negocios hosteleros españoles y se consolida como el proveedor del 30% de los locales de nuestro país. 

El campo y los recursos naturales son las herramientas de trabajo imprescindibles de los ganaderos y agricultores que sustentan la actividad de Pascual. Por ello, el cuidado del medioambiente y la lucha contra el cambio climático son prioritarios para la compañía. En este objetivo se enmarca la apuesta por la compra local, a través de la cual se garantiza la reducción de la contaminación evitando el transporte de larga distancia, se apoya la economía local y es posible cuidar los productos al detalle.

Pasar a la acción

El compromiso con las comunidades en las que Pascual opera no termina en el último eslabón de la cadena de suministro: se amplía a la sociedad y a sus grupos más vulnerables. Pascual aporta al empleo, al desarrollo local y al territorio colaborando con entidades sociales del tercer sector. 

Sin ir más lejos, mantiene acuerdos con aliados sociales como FESBAL, a través de la donación de productos y la sensibilización social desde el voluntariado, desarrolla acciones con la Fundación ONCE en el campo de la inserción laboral de personas con discapacidad o a través de la compra de bienes y servicios a Ilunion. Cáritas es otro de sus aliados en el ámbito de la exclusión social, con la compra de bienes y servicios, así como la Fundación A la Par, con una colaboración transversal en materia de discapacidad intelectual o con la copra de bienes y servicios a su Centro Especial de Empleo.