Al menos 14 personas fueron asesinadas a tiros y varias más resultaron heridas cuando presenciaban un partido de fútbol en una colonia de San Pedro Sula, norte de Honduras, informaron fuentes oficiales.

En principio, el viceministro de Seguridad, Armando Calidonio, dijo en el lugar de los hechos que «hay 10 personas que han perdido la vida», y posteriormente el portavoz de la Policía Nacional, Leonel Sauceda, señaló que las víctimas aumentaron a 14.

Nueve personas murieron de inmediato, otras cuatro cuando eran llevadas al estatal Hospital Mario Catarino Rivas y una más en ese centro asistencial, según ambas fuentes, que añadieron que hay varios heridos hospitalizados. La matanza se produjo en un campo de fútbol de la colonia Felipe Zelaya, una zona populosa con altos índices de violencia en el sector noreste de San Pedro Sula, unos 243 kilómetros al norte de Tegucigalpa.

Calidonio indicó que, según las investigaciones preliminares y versiones de testigos, las víctimas, en su mayoría jóvenes, estaban en este lugar cuando llegó un grupo de personas desconocidas que hicieron «una gran cantidad de disparos» contra ellas. El funcionario agregó que en el lugar de la matanza se han encontrado numerosos casquillos de fusil AK-47 y pistola de nueve milímetros.

Apuntó que ya se abrió una investigación sobre las posibles causas del múltiple crimen. «Por ahora sólo sabemos que un grupo andaba buscando a otro grupo», manifestó Calidonio, sin entrar en detalles.

El 7 de septiembre pasado, 17 obreros de una fábrica artesanal de zapatos fueron asesinados a tiros al parecer por rivalidades entre pandillas o maras, y otros seis jóvenes fueron ultimados el 14 de octubre dentro de una vivienda, crimen supuestamente vinculado al narcotráfico, según las autoridades, ambos hechos en San Pedro Sula. Las autoridades de Honduras tienen «indicios racionales» de que la matanza de estas 14 personas perpetrada el sábado en una cancha de fútbol de San Pedro Sula fue producto de disputas entre «bandas criminales», aunque no todas las víctimas tenían antecedentes delictivos, dijo ayer una fuente oficial. El resultado de las primeras investigaciones «de inicio nos da la idea que es un enfrentamiento entre algunas bandas criminales» y que podría haber «algún negocio ilícito en medio de todo», declaró a la prensa el viceministro hondureño de Seguridad, Armando Calidonio.

«Hay indicios racionales que nos indican que miembros de la Mara 18 con un grupo de la banda de Los Tercereños son los que operaron en ese lugar», explicó. La Mara 18 es una de las pandillas más violentas que operan en Honduras y otros países centroamericanos y vive en permanente disputa por el control de territorios y negocios como la venta de drogas con la Mara Salvatrucha, su principal rival.

Según la Policía, unos nueve hombres con chalecos antibala y pasamontañas llegaron en dos vehículos al campo de fútbol de la colonia Felipe Zelaya de San Pedro Sula (norte), sacaron varias armas de otro automóvil estacionado en el lugar y dispararon contra las víctimas. Nueve personas murieron de inmediato, cuatro cuando eran llevadas a un hospital y una más en el centro asistencial. Las autoridades recogieron en el lugar de la masacre unos 35 casquillos de fusiles AK-47 y M-16, y de pistola nueve milímetros.

Calidonio refirió que los autores de la masacre llegaron al lugar «buscando a una persona de nombre Froilán», quien supuestamente resultó herido aunque se desconoce su paradero. El viceministro aclaró que las investigaciones indican que «no toda la gente que murió estaban involucradas con una banda».