Bioquímica

La tecnología revoluciona la medicina forense: el crimen queda grabado en los ojos del asesino y la imagen se puede recuperar

Lo que ven los ojos, el ADN ambiental y los olores que dejan las manos en el aire, acorralan a los ladrones y criminales

Representación de un penacho del olor de una mano con características químicas para mujeres y hombres.

Representación de un penacho del olor de una mano con características químicas para mujeres y hombres. / Eduardo Merille, Florida International University, CC-BY 4.0

Eduardo Martínez de la Fe

Eduardo Martínez de la Fe

La medicina forense ya puede saber lo que ha visto un sospechoso o un testigo analizando sus ojos, también identificar el ADN dejado por un asesino en el ambiente de la escena de un crimen, e incluso averiguar su género, edad y grupo étnico analizando los olores que dejan sus manos al recorrer una estancia.

La medicina forense está de enhorabuena. Es la aplicación de la ciencia médica al ámbito legal, con el fin de ayudar a la administración de justicia en casos de muerte, lesiones o enfermedades relacionadas con un delito. Y los avances tecnológicos agudizan cada vez más las posibilidades de resolver casos, incluso los más antiguos y complejos.

La medicina forense utiliza diversas tecnologías para examinar e identificar evidencias biológicas, químicas o físicas, así como para determinar la causa y el modo de la muerte, la identidad de las víctimas o los sospechosos, o el consumo de sustancias tóxicas o ilícitas.

Espectrometría de masas e IA

Una de las últimas innovaciones tecnológicas que se están aplicando o desarrollando en el campo de la medicina forense es la espectrometría de masas, que permite determinar la masa de una molécula.

Permite identificar y cuantificar las sustancias presentes en una muestra, determinar su estructura molecular, analizar sus fragmentos o productos de descomposición, medir las abundancias isotópicas o datar muestras geológicas.

Aplicada a la medicina forense, permite analizar rápidamente y con alta sensibilidad y especificidad diferentes tipos de muestras, como huellas dactilares, fluidos corporales, drogas o explosivos.

Otra innovación en el ámbito de la medicina forense la representa la Inteligencia Artificial (IA) y, más concretamente, el aprendizaje automático, que se utiliza para procesar grandes cantidades de datos, mejorar la interpretación de los resultados, automatizar tareas repetitivas o generar hipótesis sobre hechos delictivos.

También la proteómica

El uso de proteómica para complementar o sustituir al ADN en la identificación de individuos o el cálculo del intervalo post mortem o la edad en el momento de la muerte es otra de las tecnologías recurrentes de la medicina forense.

La proteómica es el estudio a gran escala de los proteomas. Un proteoma es el conjunto de proteínas producidas en un organismo, sistema o contexto biológico.

La proteómica se puede aplicar en medicina forense para diversos fines, como la identificación humana, la estimación del intervalo post mortem o la identificación de fluidos o tejidos corporales a partir de muestras desconocidas. La proteómica es especialmente útil en casos donde los ácidos nucleicos están ausentes o degradados, como en muestras de pelo o hueso.

Volver a ver lo visto

Ahora han emergido tres nuevas tecnologías mucho más agudas que pueden revolucionar positivamente la medicina forense.

Tal como explicamos en otro artículo publicado la semana pasada, investigadores de la Universidad de Maryland han desarrollado una técnica que puede reconstruir imágenes en 3D de las escenas que han visto los ojos de una persona.

Lo hace a partir de los reflejos que los objetos vistos han dejado en los ojos de una persona, mediante la construcción de un modelo de red neuronal.

Una de las aplicaciones de esta tecnología es que permitirá identificar sospechosos o testigos de un delito a partir de las escenas que han visto. Sus ojos revelarán incluso lo que no recuerdan haber visto. Además, el crimen queda grabado tanto en los ojos del asesino como de la víctima. Y esas imágenes se pueden recuperar y ver cómo pasó todo.

Aunque no estemos, dejamos siempre una huella que ahora se puede detectar.

Aunque no estemos, dejamos siempre una huella que ahora se puede detectar. / glasskid50 en Pixabay.

ADN en el ambiente

Otra investigación, realizada por la Universidad de Florida y publicada en mayo pasado, ha comprobado que el ADN humano de calidad se encuentra en cantidades abundantes en el agua, la arena de la playa o en el aire: puede ser aprovechado para detectar mutaciones o la ascendencia genética de una población.

También ha podido determinar que ese ADN ambiental incluso sirve para localizar a personas desaparecidas o para identificar a sospechosos a partir del ADN que flota en el ambiente de la escena de un crimen, tal como informamos en otro artículo.

Los olores de las manos

A estas innovaciones se acaba de sumar otra, esta vez de la Universidad Internacional de Florida, que resulta no menos sutil: permite averiguar el sexo de una persona a través de los olores que desprenden sus manos. La explicación se encuentra en un artículo publicado en PLOS ONE.

Los autores de este estudio explican en un comunicado que, en las investigaciones criminales, los perros se han utilizado durante mucho tiempo para identificar y rastrear a las personas de manera confiable en función de su olor.

Añaden un inconveniente: aunque la evidencia del olor humano en el campo forense está bien establecida, la ciencia ha avanzado poco en el análisis de los perfiles del olor humano en el laboratorio.

Aromas volátiles

En el nuevo estudio, los investigadores utilizaron la citada espectrometría de masas para analizar los compuestos aromáticos volátiles presentes en las palmas de las manos de 60 personas, mitad hombres y mitad mujeres.

Después de identificar los compuestos en cada muestra, el equipo realizó un análisis estadístico para ver si podían determinar el sexo del individuo en función de su perfil de olores. El análisis predijo con éxito el sexo de una persona con una tasa de precisión del 96,67 %.

Los robos, las agresiones y las violaciones son delitos que a menudo se ejecutan con las manos del perpetrador y, por lo tanto, tienen el potencial de dejar rastros valiosos en la escena del crimen, explican los autores de esta investigación.

Importancia forense

El nuevo estudio muestra que es posible predecir el sexo de una persona basándose en los olores que dejan las manos en la escena de un crimen, con un valor añadido: la investigación previa sobre el olor humano también puede revelar la edad y el grupo racial o étnico de una persona.

Con una mayor validación, los análisis químicos y estadísticos presentados en este documento podrían usarse para descubrir muchos detalles sobre un perpetrador potencial únicamente a través de sus perfiles de olor de manos, sentencian los investigadores.

Los autores explican: "este enfoque para analizar los volátiles del olor de las manos se puede aplicar cuando falta otra evidencia discriminatoria, como el ADN, y permite la diferenciación o la caracterización de clases, como el sexo, la raza y la edad".

Futuros avances

Se espera que todas estas tecnologías aporten a la medicina forense mayor rapidez, precisión, seguridad y eficiencia en el análisis de las evidencias, así como nuevas posibilidades para resolver casos complejos o antiguos. Todo un cambio de paradigma que ya se había visto venir en un emblemático artículo de la Royal Society publicado en 2015.

Sin embargo, estas tecnologías también plantean algunos desafíos, como la validación científica, la estandarización, la formación, la ética o la legislación, por lo que puede decirse que la medicina forense está en plena ebullición.

Referencias

Multivariate regression modelling for gender prediction using volatile organic compounds from hand odor profiles via HS-SPME-GC-MS. Chantrell J. G. Frazier et al. PLOS ONE, July 5, 2023. DOI:https://doi.org/10.1371/journal.pone.0286452

Recent advances in forensic science research. ACS News Service Weekly PressPac: April 20, 2022.

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