El Algaidas La Unidad del grupo malagueño de la Segunda Andaluza de fútbol femenino presentará hoy una denuncia, en la que a priori estará personada la jugadora y a su vez esposa del exfutbolista Francesc Arnau, María José Camacho, para esclarecer el cúmulo de irregularidades que se cometieron el pasado domingo en el campo de fútbol del Pablo Picasso de Marbella. Según fuentes de la entidad, el colegiado del encuentro y la propia directiva local incurrieron en una serie de declaraciones y testimonios «que faltan de manera rotunda a la verdad».

Por ejemplo, la escuadra visitante en dicho partido niega de forma tajante «que fuese el hijo de María José y del director deportivo del Málaga CF el que le diese un manotazo al árbitro». «Fue justo al revés, con testigos de los hechos y numerosos testimonios de las personas congregadas en el campo de fútbol Arroyo I. El niño, que apenas tiene once años, le dijo al colegiado lo malo que había sido y fue el árbitro el que le dio un manotazo al menor».

Al parecer, justo al conocer lo sucedido, la entrenadora del Algaidas, Marina Gallardo, le preguntó al propio trencilla si era consciente de lo que había hecho, al poderse considerar su acción «una agresión a un menor». Para la directiva del cuadro visitante, que sólo había podido arañar un empate del campo marbellí con su clasificación para la fase de ascenso en juego, «todo estaba orquestado». «Se tiraron dos horas para redactar el anexo al acta y, contra lo que debe ser habitual en un estadio, la directiva local permaneció en la caseta de los árbitros durante ese tiempo. Fue el vicepresidente del club local el que a gritos le dijo al colegiado que dijese públicamente que había sido el niño el que le agredió».

Fuentes del Algaidas también quisieron arrojar luz sobre la trifulca que habría podido saldarse con una lesión a la guardameta local. «Además de que el acta refleja hechos que ya demostraremos en vídeo que no se ajustan a la realidad, es falso lo que dice Bernabé Jiménez, vicepresidente del Pablo Picasso CD Asociación Deportiva CF sobre la portera de su equipo y algunos moratones. Fue ella la que al terminar el partido agredió a dos de nuestras jugadoras. Las golpeó por la espalda y se fue corriendo, desapareciendo del estadio a toda velocidad». Para el Algaidas, la actitud del colegiado, Israel Josué Diéguez, «se tendría que mirar con lupa, no sólo por lo sucedido y su manotazo al niño de María José, sino también por la labor profesional que desempeña fuera de los terrenos de juego». «Al parecer se dedica a la seguridad privada y no es lógico que se tome así la justicia por su mano», alegaron los responsables de esta entidad deportiva.

Bernabé Jiménez, en su declaración a este periódico sobre los hechos, relató: «Saltó al campo un niño rubio de unos doce años y le dio un manotazo al árbitro. Lo sorprendente es que su madre, una de las jugadoras del Algaidas, era la que lo estaba animando al mismo tiempo que ella misma insultaba al colegiado. Cuando hemos sido testigos de esto hemos llamado a la Policía, porque no había más remedio que hacerlo. Y ahí es cuando nos hemos enterado de que se trataba de la mujer y del hijo del director deportivo del Málaga, Francesc Arnau».

Con esas palabras, el Algaidas considera que se ha cometido un «daño casi irreparable a la imagen de un exfutbolista e integrante del Málaga CF, por lo que deberá depurarse en sede judicial cualquier tipo de responsabilidad por parte de unos y de otros».

El árbitro, en su acta, al que tuvo acceso La Opinión, dice que María José le amenazó de muerte: «Eres un hijo de puta, te voy a matar», en reiteradas ocasiones. Y sobre su hijo, explicó que invadió el campo. «Un niño me propina un manotazo sin causarme lesión y consigo apartar», escribió el colegiado del encuentro.