La ambición de Damián Quintero no conoce límites. Ya en frío, tras varios días donde ha podido asimilar que el domingo se proclamó por segunda vez consecutiva subcampeón del mundo de kárate en la modalidad de kata, empieza a disfrutar de esa medalla de plata lograda en Madrid. Él quería el oro, sabe que lo podía conseguir ante Rio Kiyuna, su «archienemigo» deportivo, y por ello su primera sensación tras perder la final en el WiZink Center ante el japonés fue de desazón. Era la segunda final en un Campeonato del Mundo que perdía ante el nipón. Y eso, escuece. Pero ahora, conforme pasan los días, el sabor de esa plata empieza a hacerse más dulce.

«Con el paso de los días la medalla de plata va sabiendo mejor. Tras perder una final es normal que uno esté triste porque además es la segunda que se me escapa de forma consecutiva. Al final vas asimilándolo con el paso de los días y te das cuenta que el oro es muy grande. Esto es un Campeonato del Mundo, que se celebra cada dos años y mantenerse a ese nivel es bueno. Así que al final casi que me sabe a medalla de oro», asegura el malagueño en declaraciones a La Opinión, tras llegar ayer a Málaga para recargar pilas unos días y celebrar con su gente el éxito cosechado en estos Mundiales de Madrid.

En todo caso, el malagueño analiza los factores que le han apartado del oro. «Era una final muy especial, un Campeonato del Mundo, en casa, dentro de un ciclo olímpico... habían muchos factores y tenía muchas ilusiones depositadas en sacar ese oro, realmente creía que lo podía conseguir. Mi rendimiento fue para alcanzarlo. ¿Qué ocurrió? Pues que la modalidad de kata tiene muchas connotaciones externas que pueden condicionar un resultado, incluso realizando una mejor ejecución del kata que mi contrincante».

Quintero perdió, pero sabe que de las derrotas se aprende y asegura que cada día está más cerca de poder derrotar a Kiyuna en una gran cita -ya lo ha hecho antes en el Circuito Mundial en Dubai-. «Estuve más cerca de la victoria en esta final que en la otra que perdí en Linz. Aunque el resultado fue 5-0 mi rendimiento fue mucho mejor que hace dos años. Cambié mi entrenador justo hace dos años, llevo dos años con Jesús Del Moral y el cambio en general ha sido muy grande, estamos más cerca de él. Parece que un 5-0 es muy abultado, lo asemejamos al fútbol, pero en karate y más en kata no es así».

En todo caso, seguirá intentando doblegar al nipón. «Creo que se le puede ganar en una gran cita. Sabemos que es japonés, que hay mucha política también de por medio, pero sin meterme en eso sé que se le puede ganar. Es muy bueno, pero se le puede meter mano. Nada es imposible. Son cinco jueces los que deciden».

La rivalidad Quintero-Kiyuna ya se alarga durante varios años. Son los dos grandes dominadores del kárate mundial y su cara a cara ya lo asemejan al de otros deportes como Nadal-Federer o Cristiano-Messi. «Un poco es así. A la gente le gusta ver cara a cara a Quintero y Kiyuna. Todos trabajamos para ser los mejores y aunque no me guste decirlo a mí sí que he escuchado a la gente del kárate decir que ambos estamos un escalón superior al resto».

En todo caso, el respeto y la deportividad entre ambos es máxima. «Nos llevamos bien. Pero hay que tener en cuenta que es japonés y es un poquito serio. No es tan cachondo como nosotros. Hay un respeto enorme, no te digo que me vaya a ir de cañas con él, pero si charlamos y tenemos buen rollo. Somos enemigos en el tatami, solo eso».

Dentro de año y medio el kárate debutará en unos Juegos Olímpicos, precisamente en Tokio, donde Damián fantasea con poder ganar el oro en casa de su máximo rival. «Estamos trabajando para ello. Aún queda mucho, tenemos muchos torneos a partir de ya, todos clasificatorios para la cita olímpica. El objetivo es meterse en los Juegos, es clasificarse y después por qué no soñar con esa medalla. La puedo tener a mi alcance si sigo rindiendo como hasta ahora. Vamos a luchar por ella. Tiene que ser muy especial en unos Juegos, en Tokio, en el país donde nació el kárate... Para él también va a ser muy especial pero puede tener mucha presión por competir en casa, eso también puede ser bueno para mí».

El Mundial de kárate celebrado en Madrid debe suponer un antes y un después para este deporte en España. Quintero, salvo detalles a pulir, aplaude la organización y sobre todo valora la respuesta del público durante todo el evento, que llenó el enorme WiZink Center de la capital. «La organización ha sido muy buena en general. Quizás mejorable la sala de calentamiento antes de competir, un poco pequeña. Con lo que me quedo es con el público. Ha sido espectacular el apoyo durante todos los días de competición. No solo con los españoles, han apoyado a todos los karatecas. Me sentí especialmente bien con el apoyo de la gente tras caer derrotado en la final. Fue muy bonito ver a todo el pabellón en pie aplaudiéndome. Esos momentos son los que se te quedan grabados en la mente».

En lo deportivo, el malagueño se muestra satisfecho con todo lo bien que le ha ido a la delegación española en «su» Mundial. «Creo que sí, hemos sacado varias medallas. Todos nos hemos esforzado mucho, también destacar a los que no han conseguido medalla, hay que acordarse de todo el equipo. En kata es la primera vez que conseguimos hacer cuatro finales. El trabajo da sus frutos y es para estar satisfechos».

Además, pese a que él no lleva la cuenta, con esta medalla Quintero ya suma un total de 95 entre preseas nacionales e internacionales y espera poder llegar a las 100 antes de junio del año que viene y poder celebrarlo con algo bonito. «Estamos muy cerca de las 100, espero antes de verano haberlas conseguidos y habrá que celebrarlo por todo lo alto en Málaga. Aunque sea con unos espetitos».