El balón tendrá que esperar para volver a rodar en los campos de fútbol de España. Aunque el máximo dirigente de LaLiga, Javier Tebas, ya estaba trazando varios planes para perfilar la reanudación de las competiciones nacionales, todo queda supeditado a las directrices del gobierno y, sobre todo, al estado de alarma que probablemente se alargue en los próximos días.

Es de esperar que este fin de semana, LaLiga también haga oficial la prolongación de la suspensión de Primera y Segunda División, todo el tiempo que dure el estado de alarma y su consecutiva prórroga.

Fuentes gubernamentales esperan que el confinamiento, previsto dos semanas y hasta el próximo 26 de marzo, se extienda hasta Semana Santa (en torno al 12 de abril). Algo que provoque que la patronal decrete que el fútbol no pueda regresar hasta entonces.

Varias informaciones apuntan que, en un escenario bastante optimista, se podría volver a jugar el 23 de abril. Todo tendrá que coordinarse con los diferentes entes deportivos y futbolísticos, como la UEFA, que ya ha atrasado la Eurocopa para el próximo 2021 y las finales de Champions League y Champions LeagueEuropa League. Igualmente, se barajan otras opciones más duras junto con la Federación que sería dar por concluida la competición y asignar posibles campeones, ascensos y descensos. No obstante, el presidente de la RFEF, Luis Rubiales, cree que decidir el rumbo del fútbol desde los despachos no sería nada justo.

Con todos estos ingredientes, se plantea volver a jugar el fin de semana del 2 y 3 de mayo. Y, de no ser posible aún por las restricciones sanitarias, intentarlo el 13 y el 14 de ese mismo mes, con jornadas entre semana. En la medida de lo posible, lo mejor sería poder terminar todos los compromisos deportivos antes del 30 de junio, fecha en la que caducan los contratos de un gran número de jugadores. Sobrepasar esa fecha traería un problema añadido, aunque también se está trabajando en ese escenario.