Los últimos resultados invitan al optimismo. Muy pocos equipos pueden presumir de sumar 9 victorias en 11 partidos. Las últimas cinco, además, consecutivas. Sin embargo, estas victorias no deben desviarnos de la realidad y el Unicaja todavía presenta algunas lagunas que debe pulir si quiere optar a grandes objetivos.

El equipo ha mejorado mucho en defensa y no ha perdido ningún partido en los que haya dejado a su rival por debajo de los 70 puntos. El acierto en los momentos decisivos se mantiene y la falta de un juego colectivo, primando lo individual, hacen que el equipo sea imprevisible y difícil de parar.

Hasta aquí buenas noticias. Ahora viene lo menos bueno. El equipo se muestra indolente en muchas fases de los partidos, lo que le obliga a grandes remontadas, que no siempre salen. Repesa debe trabajar el ataque colectivo de 5 contra 5, en el que el equipo parece muchas veces perdido. Además, parece un «desperdicio» prescindir de jugadores con la calidad de Lima, Perovic y Dragic, y dejar una rotación que podría ser de 11, en sólo 8.

El partido ante el CSKA es «el partido». Si Unicaja vence, incluso perdiendo en Turquía ante el Efes, su clasificación para el Top 8 estaría muy cerca. Una derrota, sin embargo, dejaría muy difícil la clasificación.

El CSKA llega a Málaga en un mal momento, a pesar de sus últimos resultados positivos en la Euroliga. Las dos victorias ante los equipos alemanes y la apretada ante el Zalgiris, la pasada semana, no tapan las muchas frustraciones europeas del equipo ruso. El mayor presupuesto de la máxima competición continental llega a Málaga sin todavía una gran victoria a domicilio en el Top 16 y con la humillante derrota que le infligió el Unicaja en Rusia (81-94) en el recuerdo.

Messina ha trabajado la forma de romper la zona de Repesa, que tanto daño le hizo en el partido de ida y seguro que tendrá algo preparado para frenar al héroe de Moscú, Marcus Williams. Además, para este partido recupera a Vorontsevich, que se une a toda una pléyade de estrellas capitaneada por Teodosic, Khryapa y Krstic. Eso sí, sin olvidarnos del siempre genial Papaloukas.

Mel Otero es director adjunto de Deportes de La Sexta y comentarista de Marca TV