Nada es imposible. Y mucho menos en unos play off de la Liga Endesa. El Unicaja perdió el viernes el primer envite de la serie ante el Real Madrid. Unas semifinales a cinco partidos inéditas, ya que ambos equipos jamás se habían medido en este cruce. Y eso que el Unicaja ya ha estado en once ocasiones en la antesala de la lucha por el título. Ahora tiene el reto de remontar una eliminatoria a cinco partidos tras caer en el choque inicial. ¿Imposible? Para nada. El Unicaja ya sacó adelante dos eliminatorias a cinco partidos en las que perdió el primer enfrentamiento. Hay razones en las que poder creer.

El equipo verde conoce el camino y ahora debe volver a transitarlo para disputar su cuarta final ACB. El reto es complejo, porque la historia dice que quien gana primero tiene muchas más opciones de llevarse la serie. El Unicaja se siente preparado y tiene hasta dos precedentes en los que apoyar sus mejores deseos.

Hace ya 11 temporadas, en el curso 2003/04, el Unicaja se emparejó con el Valencia en el play off de cuartos de la ACB. Entonces, las eliminatorias de cuartos se disputaban a cinco partidos y con un encuentro en cada ciudad. Así que la ronda se abrió en Valencia, que había quedado en mejor posición en la Fase Regular. Y los taronja ganaron en la Fuente de San Luis por 91-80. La serie viajó a Málaga, donde el Unicaja, ya con Sergio Scariolo en el banquillo, logró vencer por 86-81.

De nuevo en Valencia, el Pamesa pasó por encima de los malagueños, con una exhibición de Dejan Tomasevic, y un marcador muy duro: 82-66. Serio correctivo que los cajistas lograron solventar después en el Carpena, en el cuarto encuentro de la serie: 69-58.

Cada equipo había sido capaz de imponer el factor pista. Los dos se habían mostrado inexpugnables en casa, por lo que para el quinto encuentro, disputado una mañana de domingo, el Pamesa partía como candidato a disputar las semifinales. Y, peor aún, a garantizarse una plaza en la Euroliga. Por aquel entonces no existía el actual sistema de Licencias, y el Unicaja, si quería disputar la máxima competición continental, debía ganar al Pamesa. Uno u otro, los dos no podían jugarla. Y en ese quinto choque, el Unicaja ofreció toda una exhibición.

Scariolo y su zona 2-3 mataron al Pamesa, con un extraordinaria pareja de americanos. Por fuera, Louis Bullock anotó 23 puntos. Por dentro, Larry Lewis, que había sustituido al «fugado» Victor Alexander, aportó otros 20 más. Chuck Kornegay anotó 14 más y Berni Rodríguez 13. El Unicaja venció por 68-87 y le dio la vuelta a una serie a cinco partidos que comenzó perdiendo y en la que no partía como favorito.

Sí que tenía esa vitola un año después, cuando los malagueños se emparejaron en cuartos de final al Etosa Alicante. El play off también se dirimió al mejor de cinco partidos y de nuevo el formato era uno en cada pista, con lo que abría un interesante abanico de emociones. Mucho más después de que el Unicaja se viera sorprendido en el primer encuentro de la serie, en casa y ante su afición en el Carpena. El Etosa venció 60-65.

La cosa pintó peor unos días después, cuando en el Centro de Tecnificación de Alicante el cuadro levantino le pintaba la cara al Unicaja: 94-75. El play off se veía perdido. Ya no se trabaja de remontar un partido. Eran dos. El más mínimo despiste te echaba de la Liga. Y, de nuevo, de la Euroliga.

Los cajistas, en casa, solventaron el primer match ball por 81-74. La gran «final» se trasladaba a Alicante. La serie estaba caliente. Había varios piques y Cabezas era el enemigo público número uno. En un ambiente irrespirable, apenas unos segundos antes de comenzar, Flo Pietrus, en el último mate del calentamiento, rompió el tablero. El partido comenzó tarde y todo se relajó un poco. Jorge Garbajosa sacó el manual de instrucciones: 19 puntos, 8 rebotes y 27 de valoración. Fran Vázquez anotó 14 y Cabezas otros 11. El Unicaja puso el 2-2 tras ganar 56-60. Y después, de nuevo en Málaga, el equipo sufrió de lo lindo para voltear por completo la serie y ganar 71-69. Fran Vázquez se fue hasta los 18 puntos y Cabezas ayudó con otros 14, además de los 10 de Risacher.

Se ganó al Madrid

Y es que el Unicaja es experto en imposibles. Ya rompió las estadísticas cuando logró ganar, en el curso 2007/08, al Madrid, tras ser el equipo blanco campeón de la Fase Regular y los costasoleños octavos. En dos partidos (73-89 y 88-86) se logró esa machada. ¿Por qué no otra?