La organización, que operaba desde un restaurante de Puerto Banús, se vincula con el envío de más de una tonelada de cannabis a Alemania y con la incautación de 382.000 euros en Francia. Los investigados transportaban la droga hasta Alemania por carretera oculta en “caletas”, tanto de vehículos como de camiones, y cambiaban la ubicación de las “guarderías” (lugares donde guardaban la droga) para evitar su localización.