El sector pesquero de la provincia dedicado al marisqueo no está dispuesto a que pase toda esta semana sin haber cobrado las ayudas que Bruselas ya ha librado, por un importe conjunto de 160.000 euros, correspondientes al paro por la marea roja de la pasada Navidad.

Mañana se cumplen los 21 días de paro por una nueva marea roja en los fondos malagueños, de forma que oficialmente padecerán un segundo episodio similar sin haber cobrado el anterior. «Es algo histórico», explica José Luis Guerrero, patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Caleta de Vélez.

El delegado provincial del Ejecutivo andaluz en Málaga, José Luis Ruiz Espejo, achacó el retraso en el pago de las ayudas a la falta de liquidez de la Tesorería de la Administración autonómica. «El delegado de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Javier Carnero, está tratando de resolver este asunto de manera directa y para ello estamos reclamando un anticipo al Gobierno central».

Un sector amenazado. Ruiz Espejo agregó ayer que la Junta está «apretando» todo lo que puede para incrementar su liquidez. «De momento la prioridad son los temas sociales, los conciertos con residencias o en materia educativa». No obstante, el documento de pago de subvenciones por la pasada marea roja «ya está hecho», según el delegado, de forma que los marisqueros «pueden acudir con esas cartas de pago a algún banco».

La Junta, que no mediaría en esa negociación de los armadores, recalca como vía rápida esa opción para obtener las ayudas ya.

Los pescadores no lo ven ni mucho menos claro. Sólo en el puerto de Caleta de Vélez, el segundo de mayor producción de Andalucía tras el de Cádiz, hay 18 barcos marisqueros. Guerrero incide en que cada embarcación tiene un mínimo de tres tripulantes, a los que se les deben 100 euros diarios por cada día de paro. Y que cada armador cobra otros 100 por día con marea roja.

Si no se liquidan los atrasos, ya librados por la Unión Europea, estará en juego la pesca de la concha fina, la chirla o la coquina, porque además de los retrasos, el incremento del combustible y el de los seguros sociales complican la viabilidad del sector. Ya el pasado año se retrasaron los pagos por la marea roja sufrida en verano y que la Tesorería de la Junta de Andalucía fue incapaz de liquidar antes de que acabase el año 2011.