El exalcalde de Vélez Málaga y diputado provincial del PP, Francisco Delgado Bonilla, se defendió ayer de las acusaciones de IU, respecto al procedimiento que se sigue para depurar responsabilidades en unas obras impulsadas por la concesionaria del servicio municipal de aguas de la capital axárquica, Aqualia, para poder conectar el suministro procedente de un pozo a la red pública. Remarcó la existencia de informes técnicos al avalar dicho proyecto y la aplicación de la legalidad.

Acerca de la decisión del Ayuntamiento de personarse en el proceso agregó: «La decisión partidista de Moreno Ferrer pone en entredicho la labor profesional, la honradez y respeto a la ley de los empleados públicos jurídicos y técnicos que intervinieron en el procedimiento administrativo». Y recordó que las obras comenzaron en junio de 2015 ya con el tripartito en el gobierno y que el propio regidor socialista firmó su recepción el 22 de febrero de 2016, «sin poner en ningún momento en cuestión la legalidad de todo el proceso realizado», dice el portavoz del PP.

Para Delgado Bonilla todo «responde a una cortina de humo para ocultar los continuos errores y la nefasta gestión del gobierno, que intenta al mismo tiempo ocultar la investigación judicial por enchufismo de un hijo de un antiguo socio de gobierno del PSOE».