Según un comunicado de dicha asociación, las altas temperaturas propias del verano provocaron un hundimiento de hasta diez metros de una franja de terreno de unos 500 metros de largo, aproximadamente, localizada en la Instalación de Estériles del Tratamiento (IET), que estaba destinada a la acogida de los residuos más peligrosos procedentes de la planta hidrometalúrgica.

En concreto, la zona donde se produjo el deslizamiento está situada, según detalló, "a escasos tres kilómetros del núcleo urbano de Gerena y muy cerca del arroyo Garnacha, que separa a esta IET de la planta hidrometalúrgica".

En este sentido, Ecologistas recordó que que en abril la lluvia derrumbó los taludes de la corta minera y en mayo la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) confirmó la contaminación del acuífero Niebla-Posadas, "teniendo que suspender la autorización del sistema de drenaje-inyección porque no funcionaba y no paraba de perderse agua de un acuífero catalogado por Emasesa como reserva en su Plan de Sequía", explicó.

Además, en junio, la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa (CICE) paralizó los trabajos en la corta minera, si bien el Servicio de Minas de Sevilla diseñó "una resolución de paralización a la medida de los intereses de la empresa Cobre Las Cruces gracias a la cual pudo seguir vaciando el acuífero impunemente", opinó.

Por todo ello, consideró que la mina de Las Cruces "no es viable y debe ser cerrada definitivamente", afirmación que justificó en el peligro que generaría para el arroyo Garnacha, y por extensión, para el estuario del Guadalquivir, un vertido tóxico "de miles de toneladas" en el caso de que un deslizamiento como el citado se produjera con la IET llena de residuos peligrosos.

Como consecuencia, Ecologistas solicitará "que sin más dilación se inicie una investigación interna sobre el funcionamiento del Servicio y Departamento de Minas de Sevilla, además de la consecuente destitución del jefe de Servicio, José Antonio Vega, y del jefe de Departamento, Juan Manuel Revilla", concluyó.